
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un asado de lomo con arrocito y salsa criolla. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, una verdadera cobardía lo expresado la noche del domingo por el español Bruno Agostini en el programa ‘El valor de la verdad’. Eso de contar las supuestas intimidades que tuvo con algunas chicas de la farándula nacional no es de hombres. ¿Quién le dio permiso de exponerlas así? Algunas, incluso, son madres de familia ahora. ¿Qué van a decir sus padres, parejas, amistades? Siempre he dicho, todo lo que pasa entre cuatro paredes debe quedar ahí. Las experiencias que tenga cualquiera deben quedar selladas solo en su recuerdo. Los peruanos somos los culpables por abrirles las puertas de la televisión a determinados extranjeros, como ese Agostini, que no tiene ningún talento y encima es un malagradecido. No canta, no baila, no actúa, no tiene ningún arte. ¿Cómo llegó a las pantallas?
El español habló con desparpajo de infidelidades de sus exparejas, que hizo un trío con dos chicas de la ‘tele’ y otras perlas más, sin que se le mueva una ceja. Y tras sus ‘grandes revelaciones’, se llevó a casa 50 mil soles. Él asegura que fue su novia quien lo animó a presentarse en el programa. ¿A ella le habría gustado que todo el Perú se entere de sus intimidades? No lo creo. Pero el poder de don dinero es inmenso. Ahora se espera la respuesta de las involucradas. El tema no es si es verdad o mentira lo dicho por Agostini. Sino que las ha expuesto sin que venga a cuento. Todo el Perú ahora comenta el ‘trío’, que fulana de tal le fue infiel a su novio o que había intercambio de parejas. El daño ya está hecho. Bueno, de todo se aprende. Las mujeres tienen que leer esto para evitar relacionarse con aprovechadores, vividores y malas personas. Esos que van por la vida solo oliendo el dinero y sin amor. Desechen de sus vidas a los cobardes. Y tengan cuidado con quién se meten. Todos tenemos derecho a nuestra intimidad y que nadie revele lo que no queremos”. Bien dicho por Gary. Me voy, cuídense.








