Mi amigo Gary llegó por unos tallarines verdes con bistec apanado encima y su jarra de emoliente tibiecito. “María, el bienestar no solo está relacionado con lo físico sino también con lo social y lo mental. El éxito en la vida personal, sentimental o laboral depende en gran medida del equilibrio emocional.
En el mundo en que vivimos, lograr la estabilidad emocional no es tarea fácil, pues todo es cada vez más competitivo, lo que puede causar un gran desgaste psicológico. La preocupación en el trabajo, la vida social y las nuevas tecnologías muchas veces no nos permiten disfrutar del presente ni ayudan a encontrarnos con nosotros mismos.
Es frecuente que este equilibrio se desestabilice y se reaccione de manera desmesurada ante ciertos estímulos, comentarios, situaciones y otros factores. Cuando el cuerpo y la mente trabajan juntos para crear un entorno sano, se construye un ambiente propicio para mantener el equilibrio emocional. Las personas que tienen estabilidad emocional logran un gran control de sí mismas y demuestran disciplina, paciencia, tolerancia y perseverancia.
Y ante las situaciones estresantes o difíciles reaccionan de manera positiva, no se vencen ante los obstáculos y son capaces de mantener una buena actitud en la vida personal, el trabajo o cualquier otro ámbito. Aquí te dejo algunos tips sobre el tema.
* Mantener un bien estilo de vida: El ejercicio regular y la dieta equilibrada influyen positivamente en el estado anímico y el nivel de energía.
* Tomarse un tiempo para reflexionar: Ayuda a resolver y minimizar los problemas que pueden surgir en el día a día. Puede ser unos minutos antes de dormir.
* Conectar con la naturaleza: Vivir en una gran ciudad puede causar estrés y puede provocar fatiga emocional. Pasear por el campo, la playa o los parques ayuda a sintonizar con el mundo interior.
* Hay que expresarse: Además de la comunicación, ayuda la práctica de una actividad artística. La poesía, la pintura, el dibujo y hasta las manualidades, por ejemplo.
* Identificar y conservar las relaciones sanas: Ayuda a estar bien con uno mismo y con los demás. Por el contrario, evitar las relaciones tóxicas.
* Enfrentar los problemas con paciencia: Ante situaciones complicadas, es mejor darse un tiempo para respirar y pensar. Si hay que decir algo, que no sea en caliente.
* Organizar el tiempo: Gestionarlo de manera adecuada para no desperdiciarlo”.
Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.
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