
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito deshuesado a la parrilla, con ensalada y papas fritas. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, la justicia tiene muchas veces que tomar previsiones para evitar que muchos políticos corruptos fuguen y se burlen del país. Eso es lo que ha pasado con la prisión preventiva de cinco meses impuesta al expresidente Martín Vizcarra, investigado por presuntamente recibir 2.3 millones de soles para la buena pro de dos obras en Moquegua, cuando era gobernador regional.
Muchos han criticado la medida, pero hay casos que hacen pensar que fue lo correcto. Debemos recordar, por ejemplo, que el exjuez supremo César Hinostroza se escapó del país en octubre de 2018 y aún no es extraditado para que responda por su implicación en la mafia de ‘Los cuellos blancos del puerto’. Hinostroza, llamado ‘Hermanito’, se pasea orondo por Europa y hasta sigue recibiendo su pensión de 7 mil soles del Poder Judicial.
Otro ejemplo es el exministro de Transportes del régimen de Pedro Castillo, Juan Silva Villegas, procesado por el caso Puente Tarata. Este oscuro personaje estaría refugiado en la Venezuela chavista y apuesta a que el caso sea considerado extinto para regresar al Perú y gozar del dinero malhabido.
Lo mismo pasa con el ex viceministro de Transportes del segundo gobierno de Alan García, Jorge Cuba, papá del futbolista Rodrigo ‘Gato’ Cuba, condenado a 21 años de prisión por haber favorecido a la empresa brasileña Odebrecht en la adjudicación de los tramos iniciales de la Línea 1 del Metro de Lima por coimas de más de 8 millones de dólares. Muy vivo, aprovechó que estaba en libertad para fugar rumbo a Ecuador cuatro días antes de la lectura de la sentencia.
Si la justicia y la Policía hubieran actuado con antelación y de forma proactiva, los tres estarían tras las rejas. Lo peor es que no parece haber demasiadas ganas en el gobierno para traer a estos personajes y enviarlos a la cárcel, tal como sucede también con Vladimir Cerrón. Justicia sin condena no es justicia. Para que sirva como ejemplo, los corruptos tienen que ser enviados a prisión. Nada más”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.en el perú dejan escapar a corruptos.








