Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al horno con lentejitas y arroz graneado. Para tomar pidió una jarrita de naranjada. “María, este clima loco, con sol esplendoroso en pleno invierno, las plagas de grillos en el norte y el deshielo en las montañas más altas de la cordillera del Huascarán no son más que señales de que el planeta Tierra se está muriendo lentamente. Las causas son varias: la del aire, el suelo y los mares, la excesiva población y el modelo de crecimiento económico, que privilegia el excesivo consumismo. Poco a poco nos estamos consumiendo los llamados pulmones del planeta, como son los bosques y selvas. Sin árboles no se genera oxígeno, se desertifican los países y se van las lluvias. Hoy mismo muchos países, entre ellos , padecen de prolongadas sequías que limitan el abastecimiento de agua. Pero la mayoría no está consciente de este peligro.

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Siguen contaminando los ríos y mares como si no hubiera un mañana. Somos unos 10 mil millones de seres humanos en la Tierra. Para alimentar a esa enorme población, se necesitan deforestar miles de hectáreas de selva y consumir millones de metros cúbicos de agua. Además, los medios de prensa han creado el hábito del consumo ilimitado de productos. Por ejemplo, uno tiene un celular y al año ya lo quiere cambiar porque salió uno nuevo con mejor cámara. Igual pasa con la ropa, los autos, electrodomésticos, muebles y materiales de construcción. En poco más de cinco décadas, Lima se ha tragado literalmente tres valles importantes: Rímac, Chillón y Lurín. Y ahora va por el valle de Huaral en el norte y el de Cañete en el sur. Hay tanta gente y pobreza que uno de los problemas más acuciantes del mundo es la migración ilegal. Enormes cantidades de gente pobre de África, Asia y América Latina pugnan por ingresar a los países ricos del hemisferio norte, buscando prosperidad y un mejor futuro para sus familias. Por eso, no contamine. Contribuya con su granito de arena.

  • Recicle. Botellas de plástico, vidrio, cartones.
  • Enseñe a sus hijos a preservar el planeta. Plante árboles, flores. Evite poner cemento a toda su casa. No hay mejor brisa para el calor que bajo un árbol.
  • No caiga en el consumismo. Haga que sus artefactos duren muchos años. No ceda a la publicidad.
  • Averigüe sobre cómo ahorrar energía y agua. Dicen los expertos que las guerras del futuro serán por el agua. Mucho ojo con este tema.
  • No ensucie la ciudad. Barra su vereda, organícese con los vecinos para mantener el barrio lleno de flores, plantas y muy limpio.
  • Exija a las autoridades que inviertan sus impuestos en beneficio de la colectividad. Nada de edificios nuevos, lo mejor son los parques y árboles”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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