Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un arroz chaufa de chancho a la caja china, con su respectivo wantán frito. Para tomar, pidió una jarrita de chicha morada. “María, triste y penoso me pareció el reciente ampay de la esposa de ‘Cuto’ Guadalupe saliendo de un hostal con otro hombre. De verdad que se debe estar viviendo todo un drama en esa familia, cuyo principal afectado es el hijo de ambos.
Claro, los niños no deben pagar por los errores de los padres. Menos mal el exjugador de la ‘U’ ha reaccionado muy calmado ante las evidencias y ha pedido respeto. Ciertamente lo que tenga que decirle a su ahora expareja se lo dirá entre cuatro paredes como corresponde.
Nada de estar ventilando nuestras furias y reclamaciones a través de los medios de comunicación, para satisfacer la voracidad de los chismosos y maledicentes. Yo creo que es lo mejor que puede hacer el popular ‘Guagua’.
Tal vez la gente mala estaba esperando que salga con toda la furia a despotricar de la mamá de su hijo, a anunciar que la botará de la casa o que le quitará al niño, pero se llevó un chasco tremendo. Por eso lo aplaudo, pensó primero en su familia y no le dio pasto a la chismosería barata. Ante una infidelidad, los padres de familia y gente de bien deben reaccionar siempre pensando en los hijos. La procesión se debe llevar por dentro.
Por supuesto que el engaño le duele a cualquiera, lo tumba al suelo y le quita tranquilidad. Más aún si eres famoso porque se entera todo el mundo y en las redes sociales te hacen leña. Pero después llega la hora de planear la vida que nos queda.
Si tienes familia, el norte es ese. Lo mejor es sentarse a conversar, pedir explicaciones y convenir en el futuro de los hijos del matrimonio.
Por eso sigue estos consejos:
- Si tu relación ya terminó por la razón que fuere, el mundo no termina ahí. Luego del lógico periodo de dolor, debe seguir el espacio para ubicarnos nuevamente en la vida.
- Consulta con un especialista cómo debes comportarte de aquí en más con tu pareja. Lo mejor es sentarse a dialogar y definir las cosas para siempre: el futuro de los hijos, las propiedades en común y todo lo demás. Eso debe quedar finiquitado.
- No seas vengativo. El odio y la furia es una cárcel que te corroe el alma. O te olvidas o perdonas. No hay más. Eso de vivir eternamente sufriendo por la infidelidad de tu pareja no es vida.
- Ante la presencia de tus hijos, compórtate como un buen amigo o amiga de tu expareja. Ellos no tienen por qué sufrir las desaveniencias de los adultos. Las peleas conyugales trauman a los niños.
- Define los días de visita a los hijos y da espacio para que el padre o madre ausente lo pueda ver cuando lo sienta así. Ni el padre o la madre son dueños de los hijos”. Buenos consejos. Me voy, cuídense.