El Chato Matta llegó al restaurante por un cebichito de mero y un arroz con langostinos y quesito rallado. Para calmar la sed se pidió una limonada frozen. “María, te cuento que mi hija ya es toda una señorita y me cuadró bien feo, porque se puso a revisar mi celular y leyó varios mensajes ‘calientes’ que me mandan algunas mujeres con las que mantengo alguna relación.

Contenido sugerido

Contenido GEC