El Callao tomado por la violencia
El Callao tomado por la violencia

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cachemita frita con arroz blanco, yuca sancochada y salsa criolla. Para tomar pidió una jarrita de cebada tibia. “María, vi unas imágenes impactantes que muestran lo degradada que está la sociedad. En Ventanilla, uno de los distritos del Callao, niños de entre siete y nueve años se graban con armas de fuego reales, cantan temas sobre crímenes y drogas e interpretan escenas de secuestros o tiroteos, mientras sus padres los aplauden. Es más, se está convirtiendo en moda que les celebren sus cumpleaños con fiestas infantiles alusivas a armas y fotos con artistas que cantan a la delincuencia.

¿Qué está pasando en el Callao? Expertos sostienen que esa provincia constitucional es uno de los focos principales de este fenómeno y piden la intervención urgente del Estado. Todo esto no es sino la normalización de la violencia en un país con enormes problemas de inseguridad.

Pero lo peor es que desde hace años el Callao ha sido tomado por autoridades corruptas, varias de las cuales han terminado en prisión. Son los llamados chimpuneros. Las malas noticias no cesan en el primer puerto, pues El Comercio reveló en un informe que la gerenta de una empresa del alcalde chalaco Pedro Spadaro cobra dinero de la Municipalidad del Callao como proveedora.

Es decir, los contribuyentes chalacos le pagan el sueldo a la empleada del burgomaestre. Spadaro ya es investigado por la Fiscalía. Qué mala suerte tienen los habitantes del primer puerto. Sus autoridades envueltas en escándalos vergonzosos y los pobladores a merced de la violencia y el hampa. Un pueblo valeroso y trabajador no se merece esto. Aunque todavía pueden salir de tan penosa situación eligiendo bien en los próximos comicios. Hay que investigar a los candidatos, no caer en falsas promesas ni agarrarles cariño por un regalito.

El Callao estaría mucho mejor si no hubiera corrupción. Tendrían mejores parques, mayor seguridad, más trabajo, excelentes universidades públicas, colegios y atención de salud. La corrupción se lleva miles de millones de dólares todos los años. No se puede seguir permitiendo”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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