Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín saltado de pollo bien jugosito y, para tomar, una manzanilla al tiempo. “María, con preocupación te digo que la sociedad peruana está en descomposición. Todos los días lo podemos comprobar con tantos hechos. Pero uno que no debe pasar desapercibido es el de un profesor en el alejado centro poblado de Pacanguilla, en la provincia liberteña de Chepén, que es amenazado de muerte por alumnos de cuarto año de secundaria para hacerlos pasar de año.
Las graves advertencias son hechas por WhatsApp, con mensajes, fotografías de explosivos y pistolas. Por supuesto, el docente hizo la denuncia y la Policía investiga. Esta y otras situaciones serias están ocurriendo en nuestras escuelas porque muchos padres no cumplen su rol formador con los hijos. Antes, si un alumno estaba a punto de ser jalado, se acercaba al maestro a pedirle de forma humilde que le dé otra oportunidad, para rendir un nuevo examen o hacer algún trabajo de investigación. De cuándo acá nuestros estudiantes amenazan como los criminales integrantes de el ‘Tren de Aragua’ o ‘Los Gallegos’. Los padres de familia tenemos la obligación hoy más que nunca de formar lo mejor posible a nuestros hijos, de lo contrario podrían caer en las garras de la delincuencia. Algunos consejos para que nuestros hijos vayan por el buen camino:
Dales amor. Los hijos necesitan del cariño de sus padres, recibir muestras de afecto, saber que son importantes para sus progenitores. Eso les dará seguridad y reforzará su autoestima.
Corrígelos con paciencia y respeto. No les digas frases negativas como: ‘Todo lo que haces está mal’, ‘eres un inútil’, ‘por qué no eres como el vecino’, entre otros. Mucho mejor es decirles: ‘Lo que hiciste no está mal, pero puedes hacerlo mucho mejor, ponle ganas, tú puedes’.
No los grites ni humilles. Así no lograrás que te hagan caso. Mejor es hablarles de manera calmada y darles razones del por qué deben o no hacer algo.
Deja que se equivoquen. Permite que tomen decisiones en ciertos aspectos y que se equivoquen. De esa forma también aprenden.
Conversa con ellos. Cada vez que puedas pregúntales qué tal les fue en el colegio, con los amigos, las tareas, en qué los puedes ayudar. Que vean que te preocupas.
Hagan actividades juntos. Si tienes más de un hijo, todos juntos. Pero también realiza cosas con cada uno, por separado. Así verán que son especiales para ti.
Hay que imponer disciplina. Establece horarios y funciones en el hogar. Adviérteles de forma clara cuáles serán las consecuencias si incumplen. Nada de violencia. Pero sí les puedes prohibir ver la televisión, salir con los amigos, etc. Por un tiempo justo, nada de exagerar”. Qué buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.
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