Mi amigo Gary llegó por su seco de cordero, ensaladita de cebolla con su ajicito y su jarra de emoliente tibiecito. “María, cada vez es más complicado establecer una comunicación fluida y adecuada con los hijos jóvenes. Ellos están enchufados con la tecnología, las redes sociales y el chat, recibiendo una avalancha de información, que puede llegar de otro ambiente de su misma casa o desde los países más lejanos del mundo.
Los jóvenes de hoy, por lo general, están cerca de mucha gente en la realidad virtual, pero lejos del mundo real, donde están sus padres, sus abuelos, sus tíos, la familia. Estos cambios son inevitables, pues vivimos en la era de la información y no podemos nadar contra la corriente. Sin embargo, los padres tenemos la responsabilidad de evitar que, en medio de este torbellino, los perjuicios de la tecnología sean mayores que los beneficios.
La comunicación es fundamental en la familia, pues facilita la unión, el trabajo en equipo, la solidaridad y la solución de inconvenientes o problemas. El diálogo contribuye a lograr mejores relaciones en el interior de la familia, estimula la confianza mutua y facilita a los padres su labor formadora, pues se abre un canal que les permite transmitir valores, ideas, experiencias, sugerencias y cariño. Te dejo unos tips para poder comunicarse mejor con los hijos.
- Escucha con atención e interés lo que te dicen tus hijos, dale importancia a sus palabras.
- Háblales con el cuerpo y los ojos: sonríeles, míralos y tómalos de la mano. Usa un tono cálido y suave.
- Busca que la comunicación con tus hijos sea siempre de una forma positiva.
- Sé coherente con el mensaje que les das, demuéstrales que ‘todo lo que se dice, se cumple’.
- Trata siempre de ser comprensivo y ponerte en el lugar de tus hijos.
- Crea un clima emocional de empatía que facilite la comunicación.
- Exprésate y comparte tus sentimientos, explícales a tus hijos lo que sientes.
- Sé claro a la hora de pedir algo, no dejes espacio para las dudas o interpretaciones erróneas.
- Siempre procura que la conversación sea más cercana hablándoles de tus sentimientos y en primera persona.
- Demuéstrales que son importantes para ti y que te preocupas por ellos. Usa frases como ‘¿qué tal te fue en el colegio o la universidad?’, ‘¿te sientes bien?’ o ‘¿necesitas algo?’, pero sin llegar a aburrirlos u hostilizarlos”. Tiene razón, mi amigo Gary. Debemos saber comunicarnos con nuestros hijos. Me voy, cuídense.