Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un plato de mondonguito a la italiana con su arrocito graneado, papas fritas y rocoto molido. Para calmar la sed pidió una jarrita con jugo de papaya. “María, me quedé impresionado por este caso de acoso sexual en el Gobierno Regional del Callao.
Una señorita denunció que un funcionario de esa entidad le pidió acostarse con él y con el procurador regional, a fin de conseguir un puesto de trabajo. Ella grabó los diálogos con el denunciado y ahora el tema ya es investigado por el Ministerio Público.
Ojalá castiguen con todo el peso de la ley a esas personas si se prueba que intentaron aprovecharse de la necesidad de una joven. Las chicas deben comprender que no pueden ceder a este tipo de chantajes. Es más, inmediatamente deben denunciar el hecho en la Policía o la Fiscalía.
No puede permitirse que en pleno siglo XXI haya gente de esa calaña, miserables que tienen que recurrir al vil chantaje para estar con una mujer. Imagínense, si esto pasa en un organismo tan grande como el Gobierno Regional del Callao, qué puede estar sucediendo en otras instituciones a lo largo del país. Soy padre de mujercitas y me da escalofríos solo de pensar que un pobre diablo intente aprovecharse de ellas. Soy capaz de una locura, pero menos mal yo crío a mis princesas con la personalidad necesaria para no caer en las garras de estos monstruos.
-A la primera, denuncia el hecho. Ármate de valor y acude a las instancias correspondientes. Incluso, apóyate en un familiar.
- Trata de grabar los acosos. Eso servirá como prueba de lo que dices.
- Mantente atenta a los comentarios de tipo sexual que te hagan, en especial los que tienen jefatura.
- Evita salidas o presentes de personas con las que no tienes confianza. Recházalos con educación, pero siendo firme.
- No permitas que te llamen a altas horas de la noche o cuando estás en tu casa. Toda coordinación debe ser en el trabajo.
- Conoce y averigua si en tu empresa hay políticas para prevenir y castigar el acoso”. Me voy, cuídense.