En lo que va del año se han producido 1513 homicidios en el país, según cifras oficiales del Sistema Informático Nacional de Defunciones.
En lo que va del año se han producido 1513 homicidios en el país, según cifras oficiales del Sistema Informático Nacional de Defunciones.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines al pesto con milanesa. Para tomar pidió una jarrita de naranjada. “María, ayer hablaba sobre el grado de crueldad al que han llegado las organizaciones criminales que operan en nuestro país. En Trujillo han adoptado modalidades de tipo terrorista, detonando bombas en domicilios en una guerra de bandas.

Otros hampones no dudan en secuestrar y cortar orejas de sus víctimas para exigir rescate. Y los sicarios matan sin remordimiento a quien le pidan, a veces por solo 200 soles. Hace unos meses, bandas de ‘parqueros’, jefaturadas por venezolanos, cometían matanzas en las minas de Pataz, hasta que llegó el Ejército. Son hechos que hacen temblar a cualquiera.

Esa falta de empatía, de humanidad, solo se creía que existía en pueblos atrasados, pero ya se ve en el Perú. Un dato de esta barbarie: Solo en lo que va del año se han producido 1513 homicidios en el país, según cifras oficiales del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). De todos ellos, 63 fueron menores de edad. Muchos fueron en asalto, secuestro y por extorsión. Más de 48 fallecidos son choferes de transporte público, baleados sin misericordia mientras trabajaban.

El ministro del Interior, Carlos Malaver, dijo el lunes que ‘extrañamos a nuestros delincuentes’, ironizando la crueldad que han traído los hampones extranjeros a nuestro país. Por ello, el titular del Mininter fue muy criticado, pero es lo que pensamos todos. Nunca como ahora se ha visto tal deshumanización, tanta maldad demoníaca.

Y como dije ayer también, los delincuentes deben volver a sentir el rigor de la autoridad. Deben volver a sentir miedo de la Policía y el Poder Judicial. Miedo de la cárcel. Actualmente se ríen. Sus astutos abogados logran penas benignas o los sacan de prisión con leguleyadas o gracias a la corrupción.

Saber que serán sepultados de por vida en prisiones inexpugnables, sin que nadie los visite, sin comunicación con el exterior, hará que lo piensen bien. Y que no pueden refugiarse en otros países, como hace ‘El Monstruo’”. Bien por Gary. Me voy, cuídense.

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