Mi amigo Gary, el fotógrafo, llegó al restaurante por su caldo de gallina calientito y un lomo saltado con papas nativas fritas, además de su emoliente tibiecito. “María, este invierno es el más duro de los últimos años. Encima hay llovizna y la humedad es muy alta. Así como el frío nos obliga a abrigarnos más y sustituimos el algodón por la lana, también debemos adecuar nuestra alimentación a las exigencias del cuerpo. Muchos creen que debemos comer más cuando hace frío, pero no siempre es así.
Los médicos recomiendan comer de todo, pero en pocas porciones, calidad en lugar de cantidad. En nuestra alimentación no deben faltar los cítricos si queremos evitar la gripe y enfermedades broncopulmonares. Los frutos secos se vuelven más importantes en esta época del año, pues se conservan fácilmente y son antioxidantes, tienen fibra, minerales, vitaminas y pocas grasas saturadas.
A muchos nos gusta tomar café e infusiones con más frecuencia en invierno, pero debemos evitar consumirlas junto con las comidas. Estas bebidas contienen elementos que reducen la absorción de hierro, mineral imprescindible para prevenir y combatir la anemia.
Para hacer frente a las bajas temperaturas, necesitamos alimentos que, además de vitaminas y minerales, nos proporcionen vigor y calor interno. Aquí te dejo otros consejos para este crudo clima:
Las sopas son ideales para el frío. Se deben preparar con variadas verduras y semillas para que sean más nutritivas y contrarresten las bajas temperaturas.
Añade un poco más de ajo y cebolla a los platos que prepares, pues se encargan de cuidar al organismo de las infecciones respiratorias.
Protejamos las vías respiratorias con el consumo de miel. Puede ponernos a salvo de la gripe, tos y resfriados.
El yogur y las frutas frescas protegen la flora intestinal. Es bueno consumirlos, especialmente si estamos con infección respiratoria.
Ingiere alimentos que aporten vitamina A como la leche, queso fresco y huevo. Este nutriente defiende a la piel y los labios del frío.
La vitamina C estimula el sistema inmunológico, no la olvidemos en nuestra dieta diaria. La encontramos en la mandarina, naranja, limón, lima y toronja.
Así como en el verano, es importante estar siempre hidratados para evitar alguna descompensación del organismo. Los médicos recomiendan tomar ocho vasos con agua al día”.
Tiene razón mi amigo Gary, a seguir estos consejos. Me voy, cuídense
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