Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al sillau con arrocito y camotito sancochado. Para tomar pidió una jarrita con agua de cebada al tiempo. “María, vi con gran alegría el video de Gian Marco donde este le enseña a bailar huayno al cantante puertorriqueño Fonsi en un viaje por tren a Arequipa.
El astro de la música hizo un tour que lo llevó no solo a la Ciudad Blanca, sino también a la Cordillera de los Andes, donde apreció la belleza del paisaje nacional y la cultura peruana. El video ha dado la vuelta al mundo y esperamos que ayude a mejorar la imagen del Perú tras el paro en la zona de Machu Picchu, que durante varios días mantuvo atrapados en esa zona a numerosos turistas, como si estuvieran en un escenario de guerra.
Por mi trabajo de periodista he podido viajar a muchos lugares del mundo. He estado en las pirámides de Chichen Itzá, en islas Galápagos, en Río de Janeiro, Buenos Aires, Venezuela, Bolivia y mucho más. Y no he visto cosa más bella que Machu Picchu.
Es una auténtica joya arquitectónica y mundial. Por eso no pude sino renegar al ver el mes pasado a los turistas atrapados, haciendo colas interminables para abordar un tren, sin comer o tomar agua, por culpa nuestra.
Tenemos que cuidar al turismo, esa industria sin chimeneas que trae millones de dólares al país y mueve la economía del país. Gracias al visitante extranjero viven taxistas, guías, artesanos, hoteleros, empresarios gastronómicos, discotecas, compañías de aviación, choferes de buses y muchos más.
El Perú recibió el año pasado 3.2 millones de turistas extranjeros. ¿Saben cuánto recibió México en los primeros seis meses de este 2025?: ¡47 millones!
Nuestro país tiene mucho más que ofrecer. Tenemos playas hermosas como en Punta Sal o Máncora; ruinas como Machu Picchu, Chavín o Choquequirao, las líneas de Nasca o el Señor de Sipán; la comida más rica de todo el planeta y la selva amazónica, pletórica de ríos y especies animales. ¿Cómo con todo eso no somos más que México? Tenemos que trabajar más”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
