Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico lomo saltado con papas doraditas, rocotito molido y una jarrita de emoliente con cebada. “María, los estafadores no solo están al acecho durante las fiestas, sino que aprovechan el mínimo descuido para apoderarse del dinero ajeno, plata de tarjetas de crédito, objetos de valor y hasta las pensiones o fondos que tienen los jubilados.
El accionar de estos delincuentes va variando un poco según las situaciones y los ‘blancos’ que eligen como víctimas, pero existen varias modalidades que se siguen usando con frecuencia y de las que debemos estar alertas.
La Policía Nacional y especialistas en seguridad alertan:
El ‘cambiazo’: Tras cobrar en el banco, le engatusan a comprar algo en la calle y le dan vuelto con billete falso.
Familiar accidentado o detenido: Llaman a casa fingiendo la voz de un familiar o simulando ser policías y piden una suma para atenderlo o que salga libre.
La ‘sorpresa’: Sorprenden a un menor de edad o a la empleada de la casa, fingiendo que son amigos del trabajo de algún familiar que llama de parte del dueño para que saquen rápido algún artículo de valor que él (supuestamente) necesita ‘urgente’.
El ‘bono económico’: Meten ‘cuento’ al pensionista que acaba de cobrar o que recibirá devengados, sobre el derecho a un bono que solo pueden cobrar depositando un porcentaje en una cuenta por ‘impuestos’.
Estafas vía Internet: Le ofrecen productos, concursos y que ingrese datos y hasta depósitos. Le sacan información, pierde dinero y el producto nunca llega.
Por eso, para evitar ser estafados:
Desconfíe de juntas o ‘negocios’ que dan dinero fácil. Al inicio funciona para hacer creer, pero al final siempre pierde.
Cuidado al responder el teléfono (jubilados, ama de casa, niños, empleadas del hogar). Padres e hijos tengan frases clave solo entre ustedes para identificarse.
Si le pasan la voz de una billetera o fajo de billetes supuestamente extraviado y que se lo pueden llevar ‘a medias’, es solo parte de una treta.
No cargue mucho efectivo ni todas sus tarjetas de crédito ni retire grandes sumas de dinero”. Gary tiene razón, evitemos el mínimo descuido. Me voy, cuídense.