Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso caldo de gallina negra con presa grande, papita amarilla, huevo duro, cebollita china y su porción de arroz blanco bien graneadito. “María, la ola delincuencial va en aumento en todo el país, todos los días vemos noticias terribles de malditos ‘raqueteros’ que te disparan por un celular, sicarios que asesinan sin piedad y extorsiones a todo nivel.
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Es increíble que estos miserables tengan en pánico a dueños de bodegas, farmacias, ferreterías y pequeños restaurantes. Nadie está a salvo y lo más grave es que el actual gobierno de Pedro Castillo está atado de manos, pues su ministro del Interior, Willy Huerta, está preocupado en proteger y encubrir a los prófugos que se escapan luego de los escándalos que se denuncian en los medios de comunicación.
Los ciudadanos estamos desamparados. La policía no llega a los barrios donde se producen los robos. Solo nos queda estar muy alertas. Ahora que ya empezó la campaña navideña, esto va a aumentar. Lo mejor es tomar precauciones para evitar convertirse en una víctima más de estos indeseables:
- Transite siempre atento y vigilante, a pie o en auto.
- Tenga cuidado con su celular, no se distraiga.
- Modifique su rutina.
- Use taxis de confianza, revise el buen funcionamiento de seguros y manijas. No tome unidades con dos puertas o lunas polarizadas.
- Le sugerimos que el cambio de moneda extranjera lo haga en una casa de cambio.
- Esté atento cuando vaya al cajero a retirar dinero. No sea confiado, si ve algo raro en la ranura, no ingrese la tarjeta. Y si esta se traba, no marque la clave.
- Desconfíe de los motorizados, sobre todo si van dos en la moto.
- No traslade grandes cantidades de dinero.
- No caiga en provocaciones. Hoy, los delincuentes manejan todo un teatro del delito, donde actúan niños, ancianos y hasta mujeres embarazadas.
- Evite a los desconocidos que ofrecen gangas, siempre hay una doble intención.
- Recuerde que lo más importante es la vida, no se arriesgue ni se enfrente a estas lacras que están dispuestos a matar.
- Si escucha balazos, no se asome ni vaya a averiguar. Trate de ponerse a buen recaudo.
- No se enfrente a los malhechores. Un impulso de defender la propiedad que tanto costó puede salir más caro, porque podría significarle la vida”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.