Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito a la parrilla con papas doradas y ensalada de lechuga. Para tomar pidió una jarrita de juguito de piña helado. “María, los hospitales y las clínicas están repletos de gente con males estomacales o colitis por los desarreglos que están haciendo con las comidas y el trago.
Los peruanos están comiendo panetón, chanchito, pollo a la brasa y otros potajes altos en grasa, en especial en estas fechas pletóricas de reencuentros, reuniones de trabajo por fin de año, cumpleaños y chocolatadas. Hay que parar la mano si queremos llegar bien a fin de año.
Está bien darnos un gustito, pero la gula siempre es mala. Igual pasa con el trago. Con la llegada del calor, la gente, en especial los hombres, empiezan a tomar más. Los fines de semana, los bares, cantinas y chinganas están repletos. Muchas personas se amanecen tomando, maltratando a su pobre hígado.
Encima, llegada la mañana, le mandan un misil atómico ‘curando’ la resaca con un poderoso caldo de gallina grasoso o un cebichito con harto picante. Todos los nutricionistas afirman que eso es como tomar kerosene.
Si quiere curar la resaca, tome harta agua, juguito de papaya o ingiera comidas ligeras sin grasa. El mensaje va dirigido a los hombres y mujeres adultos. Su organismo ya no es como cuando tenían 15 años o 20. Nuestro cuerpo no aguanta como antes una amanecida con tragos. Nos va a doler la cabeza, sentiremos ardor estomacal, habrá una sensación de malestar general y mucho sueño.
Así que si quiere divertirse, hágalo, pero con mucho cuidado. Igual con las comidas. Tenga cuidado al echar mayonesa a sus comidas. Este preparado se descompone rápido con el calor y produce colitis o infección estomacal. Si va a comer en la calle, prefiera lugares de prestigio porque usted no sabe lo que le están dando de comer.
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