Ten cuidado con las relaciones tóxicas
Ten cuidado con las relaciones tóxicas

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una sopita wantán y un arroz chaufa con tortilla de pollo. Para tomar pidió una chicha morada. “María, estoy sorprendido por lo que está pasando con la animadora quien ha dado a entender que está volviendo con su expareja Christian Domínguez, con quien terminó hace años porque este la engañó con la bailarina Chabelita.

Es su vida y está en su derecho. Pero claramente este es un ejemplo de relación tóxica, donde una de las partes insiste con llevar un noviazgo, amorío o matrimonio, sabiendo que esto le hace daño.

Hay otras mujeres que se resisten a dejar al esposo pegalón, violador o excesivamente celoso, pues consideran que este puede cambiar. Así no solo arriesgan su vida, sino que desperdician años en una persona que no lo vale. Lo peor es cuando hay niños de por medio. Los obligas a presenciar peleas, golpes, escándalos y mucho dolor.

En general, una relación tóxica se puede definir como una relación en la que ninguna de las partes recibe el mismo trato. Las relaciones tóxicas son un tema cada vez más reconocido en la sociedad actual, donde se busca mayor bienestar emocional y mental. Aunque se suele asociar con las relaciones de pareja, este tipo de interacciones dañinas pueden darse en otros ámbitos, como en la familia, el trabajo o las amistades.

Es esencial comprender qué caracteriza esta situación, cuáles son las señales de alerta, y qué podemos hacer para protegernos.

  • Valora si realmente se puede solucionar. Hay casos en que, con ayuda profesional, una relación puede caminar.
  • Debes estar dispuesta a alejarte. Es una decisión difícil, pero vital para arreglar tu vida.
  • Busca ayuda. Pide consejos de tu familia, amistades o compañeros de trabajo. Luego ayuda profesional y hasta legal, si es necesario.
  • Trabaja tu autoestima. Es muy importante. Muchas mujeres se sienten disminuidas, poca cosa o tienen el ánimo decaído y hasta se sienten culpables.
  • Aprende a quererte tú misma. A partir de ahí saber que no necesitas a alguien para ser feliz”. Me voy, cuídense.

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