Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tacu tacu de pallares, montado con un lomito al jugo y, para tomar, un emoliente al tiempo. “María, ayer 12 de noviembre se celebró el Día de la Pediatría, así que Trome entrevistó al médico Carlos Chacón Mormontoy, quien tiene más de treinta años atendiendo en Emergencias del Instituto Nacional de Salud del Niño y, además, es columnista de este periódico. El reconocido doctor cuenta que es importante en un pediatra saber conectar con los pequeños para que se sientan seguros. Además, señala que muchos niños se tragan objetos pequeños como monedas, anillos y otros. Incluso, cuenta que están llegando a la emergencia con pilas en el esófago, lo cual advierte es mucho más peligroso pues botan sustancias ácidas que queman el tejido del esófago. Ahora que se viene la Navidad, los padres deben tener más cuidado que nunca, pues los pequeños, por su curiosidad, se llevan todo a la boca. Hasta cohetecillos. Algunos consejos:
- No dejar a su alcance objetos pequeños como monedas, imanes o aros brillantes. Las pilas planas, llamadas pilas botones, y las monedas de cobre son las más peligrosas. Si las tragan hay que llevarlos al pediatra de inmediato.
- Cuidado con los juguetes. Hay que leer los empaques y los límites de edad que aparecen, porque pueden tener partes chicas.
- Los alimentos. A los más pequeños nunca hay que darles alimentos que no puedan masticar o tragar. Muchos ahogamientos son por comida inadecuada, como frutos secos (maní, nueces o almendras), gomitas, galletas, manzana.
- Vigilarlos. Nunca hay que dejar al bebé comiendo solo. Es fundamental ayudarlos en todo: al beber, al seleccionar la cantidad que van a llevarse a la boca. No pueden jugar cuando comen.
- Técnicas y maniobras de urgencia. Los padres y cuidadores deben aprenderlas para prevenir la asfixia y realizar la reanimación cardiopulmonar o RCP”. Qué buenos consejos. Me voy, cuídense.
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