Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas lentejitas con adobo de chancho y ensalada fresca. Para tomar pidió una jarrita con hierbaluisa. “María, los peruanos ya entraron en modo Navidad hace varios días. Se nota en el tráfico, las ventas y en lo nerviosas que están las personas en la calle. Y como el clima se ha vuelto muy caluroso y el tráfico es un infierno, impacta en nuestra psicología y comportamiento de modo negativo.
Es común ver cómo los choferes se pelean, tocan el claxon como locos o se pasan la luz roja de manera irresponsable. Hay demasiada ansiedad, estrés y nerviosismo. Eso está mal. En esas condiciones nos puede dar un infarto, una embolia o descompensación.
Además, si manejamos así podemos chocar, volcar o atropellar a peatones. Por un segundo uno se puede desgraciar la vida para siempre. A todo esto se suma que miles de personas no tienen dinero ni trabajo y es difícil que puedan comprar regalos a sus hijos en esta Navidad, ni presupuestar la cena de Pascua. Eso pone a la gente todavía más nerviosa y frustrada.
Los expertos aconsejan planificar con anticipación lo que vamos a hacer, simplificar las actividades y establecer límites. Hay que salir a la calle con otra vibra, más alegres y con ganas de vivir. Hay que cantar en el carro, pensar en cosas agradables y dejar los problemas a un lado. Sigue estos consejos:
- Practica la respiración: Incorpora ejercicios de respiración consciente para calmarte.
- Establece límites: No tienes que asistir a todas las celebraciones. Aprende a decir ‘no’ cuando sea necesario para cuidarte.
- Sé realista: Adapta tus expectativas a la realidad y no te sientas presionado por cumplir con todas las normas sociales.
- Evita las peleas: Si alguien te insulta, sigue adelante. No sabes si te pueden atacar con un arma.
- Regresa temprano a casa: Si vas a una fiesta, no manejes si vas a tomar y evita acudir a lugares lejanos.
- Desconfía: Ten cuidado con personas extrañas que conozcas en un lugar de diversión”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
