El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un rico ají de gallina con papita sancochada, aceitunas, huevo duro y arrocito blanco. Para tomar, se pidió una jarra de chicha morada fresquecita. “María, estamos a pocos días de la y hay que tener mucho cuidado con nuestros niños, más ahora que están de vacaciones y tienen mayor tiempo libre. El acecho de pedófilos está latente en las redes sociales y también en la calle, donde hasta podrían intentar acercarse con el cuento de un dulce o hasta un regalito por Navidad. 

Estos ‘monstruos’ usan diversas estrategias para captar al menor y aunque no se puede generalizar su accionar, hay un perfil en su personalidad, como que suelen ser retraídos, tienen problemas con su sexualidad y dificultad para interactuar con adultos, por ello buscan personas más vulnerables, como los menores de edad, y con frecuencia aprovechan a los que se encuentran en estado de abandono.

Ningún menor debería quedarse solo. Tampoco cometa el error de enviar a pequeños de 3, 4 o 5 años a comprar solitos a la tienda, aunque sea en la misma cuadra. Un momento de descuido puede ser suficiente para ponerlos en peligro y desencadenar una tragedia que les puede desgraciar la vida.

Que estas fechas de ajetreo, reuniones, compras de Navidad no le hagan perder de vista a sus niños.

Evite llevarlos a sitios de mucha aglomeración. Si no tiene con quién encargarlos, asegúrese de tenerlos de la mano o habrá mayor riesgo de accidentes, de que se pierdan, sean tentados por extraños u otros peligros.

No los deje jugando solos en el parque, ni en la puerta de la casa sin supervisión de un adulto responsable.

No los envíe solos a comprar ni dar encargos. No se confíe de que ‘está cerca’ o ‘mi vecina lo conoce’.

Enséñele a reconocer su cuerpo y que nadie puede tocarlo sin que mamá y papá estén presentes.

Que no converse con gente extraña, aunque se vista de Papá Noel u otro personaje festivo.

Mucho cuidado también con los niños(as) que ya usan Internet y redes sociales. Los enfermos se crean perfiles falsos para contactar, averiguar dónde y con quién vive el menor, a qué colegio va, a dónde sale a jugar o qué sitios frecuenta.

Que no publique datos personales (teléfono, correo electrónico, actividades, gustos) en redes sociales.

Preste atención a sus hijos, conozca con quiénes se relaciona y siempre escúchelos”. Gary tiene razón. Toda precaución es necesaria para cuidar a nuestros hijos como oro. Me voy, cuídense.

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