
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo servido con arrocito y papa frita. Para tomar pidió una jarrita de jugo de piña. “María, cuando uno se levanta de la cama ve por todos lados muertes, secuestros, asaltos, balaceras, extorsión, bombazos. No se puede salir a la calle tranquilo, pues siempre existe el temor de ser asaltado o de que una bala perdida nos impacte a la cabeza. Toda esta situación de criminalidad que vive el país golpea nuestra salud mental, causándonos estrés, episodios de pánico, falta de sueño y dolores de cabeza. Los que vivieron la época del terrorismo saben de lo que hablo, pues era la misma situación. En los ochenta, uno podía morir si un coche bomba explotaba al lado nuestro. Lo que ha pasado en una mina de Pataz, donde una organización criminal mató a trece agentes de seguridad, ya es inaguantable. No hay zonas seguras en el país, ni siquiera en Lima, el centro del poder.
Por eso es importante tratar de aislarse mentalmente de las cosas que pasan a nuestro alrededor. Por ejemplo, debemos hablar más con nuestros hijos, sentarnos a conversar, salir a pasear al parque, sacar a nuestros perros, bromear con los amigos, viajar. Todo para que lo que pasa no nos afecte. Los traumas se quedan muchos años. Muchos dicen que la espiral de violencia que vive el país es fruto de ese trauma de los nacidos en los años del terror. El Gobierno, por lo demás, debería iniciar en los colegios, universidades o centros laborales terapias para superar estos trastornos.
- Come una dieta equilibrada y nutritiva, rica en frutas, verduras, proteínas y cereales integrales. Evita el consumo excesivo de alimentos procesados, azucarados y grasos.
- Realiza ejercicio regularmente, como caminar, correr, nadar o bailar. El ejercicio ayuda a reducir el estrés, ansiedad y depresión.
- Duerme 7-8 horas por noche y establece una rutina de sueño regular. El sueño reparador es fundamental para la salud mental y física.
- Limita o evita el consumo de alcohol y drogas, así como evita el tabaco.
- Mantén relaciones saludables y positivas con familiares y amigos. El apoyo social es importante para la salud mental.
- Habla sobre los sentimientos y preocupaciones con personas de confianza”.
Me voy, cuídense.








