Mi amigo Gary llegó al restaurante por un sabroso estofado de osobuco con papita amarilla, arrocito blanco graneadito y su jarra de emoliente tibiecito. “María, si se va a conducir un carro, la mezcla de la velocidad y el alcohol es altamente peligrosa. En la Costa Verde han ocurrido muchos accidentes fatales protagonizados por jóvenes y también por personas entradas en años, que salieron de una discoteca o una reunión familiar con unos tragos encima y cometieron el garrafal error de manejar su auto. En otros casos no tenían ni una gota de alcohol en la sangre, pero la imprudencia o el infortunio los condujeron por el camino fatal. El último caso es el de Ray Román Vargas, un universitario de 18 años que manejaba su moderno Subaru nuevecito, que su papá le había comprado. El joven y dos amigos se dirigían a una reunión en Chorrillos, pero en el camino volcó aparatosamente.
Uno de sus amigos murió entre los fierros retorcidos del destartalado vehículo y ahora él está en la Fiscalía, acusado de homicidio culposo y le acaban de dictar nueve meses de prisión preventiva. Sus exámenes toxicológicos arrojaron negativo y él afirma que la lluvia le jugó una mala pasada, pero cometió el error, luego del accidente, de intentar darse a la fuga. Estamos terminando el otoño y se viene el invierno, caerán más lloviznas y muchos calentarán el cuerpo con alcohol. El peligro rondará en las pistas.
*Revisa el estado del vehículo, especialmente los frenos, luces, llantas y cinturones de seguridad.
*Cuida la visibilidad, verificando el buen funcionamiento del limpiaparabrisas, el desempañador y las luces neblineras.
*Maneja con extremo cuidado a una velocidad baja, sin frenar de forma abrupta ni adelantar en curvas cerradas.
*Recuerda encender las luces bajas y neblineras a cualquier hora del día para que tu carro sea visto con facilidad.
*Mantente atento a los riesgos y a las señales de tránsito y evita infracciones.
*Sé responsable, prudente y muestra una conducta ecuánime, controlada y cortés.
*Calcula las distancias y espacios al conducir, así como la velocidad propia y la de otros usuarios de la vía.
*Conserva un nivel de atención y concentración adecuados durante un tiempo prolongado.
*Si has tomado alcohol, pide a alguien que te recoja o toma un taxi. Ve la posibilidad de quedarte en casa del que organiza la reunión. Pon en práctica el sistema del ‘amigo elegido’.
Hay que recordar que conducir en estado de ebriedad nos puede costar fuertes multas, la inhabilitación del brevete, la cárcel, el hospital o el cementerio”. Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.