Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un adobo de chancho con su arrocito blanco, salsa criolla y una porción de yuca. Para tomar pidió una jarrita de emoliente heladito. “María, en estos tiempos los valores se han ido perdiendo de a pocos, más aún con la llegada de Internet y redes sociales, que se han convertido en el refugio de los intolerantes, los violentos y los alucinados.
Digo esto porque todas las semanas algunos canales y también blogs entrevistan a famosos en sus casas o depas, donde ellos se jactan de sus joyas, ropa cara o muebles de diseñador. Lo peor es que no han hecho méritos para ello, no han escrito un libro, no han edificado una empresa, no han descubierto una fórmula científica o tienen una trayectoria empresarial. Son solo ‘influencers’ o modelitos, o, lo peor, estrellas de OnlyFans.
Para ellos, la gente vale por su dinero. Y el que no tiene es un perdedor. Conmueve su escaso cerebro cuando critican la ropa modesta de otras personas, sus zapatos o sus carteras que no son Michael Kors. Y cuando viajan se toman fotos en los lujosos lobbys, en piscinas hermosas o en playas paradisíacas.
Otras muestran su colección de carteras caras o las joyas de regalo de sus parejas actuales. Ese es un pésimo mensaje para los jóvenes, que pueden creer que la vida es tan fácil como lo dicen esos modelitos. ¿Qué pensarán esos estudiantes de universidades nacionales, para quienes ingresar les costó sangre, sudor y lágrimas?
El otro día me dio cólera ver cómo criticaban la fiesta de un personaje de la tele porque les pareció ‘pobrecita’. Como no había lujo entonces era mala. No entienden que una reunión hecha con amor es la mejor.
De repente faltará buena comida, los mejores animadores, el local de primera o el trago fino, pero sobra el amor y la solidaridad. Esos son los verdaderos valores que deben seguir los jóvenes de ahora.
- Todo lo bueno llega con esfuerzo, sacrificio y dedicación. La plata fácil se va rápido. Si quieres progresar en la vida, ahorra, trabaja y esfuérzate.
- Dales valor a los momentos. Ver una película juntos en familia, con canchita preparada en casa, a veces es mejor que esos viajes caros y hoteles lujosos.
- Los mejores amigos de barrio son los que te aconsejan bien y te acompañan a cumplir tus sueños, como inscribirte para el examen de admisión a la universidad. Los amigos de tragos y juergas valen menos.
- Respeta a todos, al barrendero, al vendedor ambulante o al vigilante de tu cuadra. Que vistan ropas pobres o ganen el sueldo mínimo no los hace menores que tú.
- Aléjate de los vanidosos, de los alucinados, racistas o clasistas. De esos que cholean. Prefiere al estudioso, al honesto y trabajador”. Me voy, cuídense.
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