Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pepián de choclo con estofado de res, acompañado de sarsa criolla y refresco de maracuyá. “María, la internet y las redes sociales se han convertido en parte de la vida de las personas en esta era moderna. No solo nos informamos, entretenemos y jugamos en la red, sino que también se puede buscar parejas a través de aplicaciones, como es el caso de Tinder.
Hace unos días la animadora Gisela Valcárcel reveló que usa ese sitio de citas para encontrar pareja, pues desde su divorcio de Javier Carmona está sola. Agregó que ha salido con un hombre llamado ‘Luis’, pero aún no son nada. A la mamá de Ethel se le ve contenta por esta nueva experiencia y ojalá pueda entablar una relación, pues todos los seres humanos necesitamos a alguien a nuestro lado para sentirnos acompañados, protegidos y queridos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con estas aplicaciones, porque así como en otros órdenes de la vida, la delincuencia también ha incursionado por ahí para estafar, robar o abusar de los inocentes.
Es el caso de la llamada ‘estafadora del Tinder’, la boliviana Consuelo Rivero Hoyos, quien timó a por lo menos siete empresarios en el Perú, tras conocerlos por esta popular web de citas románticas. ¿Cómo hacía? Los contactaba, aceptaba una invitación en un restaurante de lujo y en la primera cita ella pagaba la cuenta. Así hacía creer a sus víctimas que tenía dinero, pues además se presentaba como notaria. Luego de un tiempo se hacía pareja de los hombres y les pedía irse a vivir juntos. Con sus bondades amatorias lograba que aceptaran comprar a medias un departamento a plazos. Ella les mostraba el contrato de compra-venta y luego empezaban a pagar las cuotas.
Sin embargo, el inmueble no le pertenecía y nunca había sido puesto en venta. Simulaba los contratos y se quedaba con la inicial y las mensualidades. En un momento estuvo con varios hombres a la vez. Al hacer una investigación, se descubrió también que había hecho lo mismo en su país. Felizmente el caso se descubrió y fue denunciado. Por eso hay que tener mucho cuidado, especialmente con gente que proviene de esas redes, pues no las conocemos ni sabemos si nos están diciendo la verdad. No es como cuando conocíamos a nuestras parejas antes, que eran compañeros de estudios, gente del barrio, del trabajo, la hermana de un amigo, la chica que conociste en la boda de alguien, etc.
En esas aplicaciones mucha gente miente, aumenta sus cualidades o disminuye sus defectos. No se muestra como es. Por eso, antes de entablar una relación de ese tipo hay que investigar bastante y meditarlo un buen tiempo antes de irse a vivir con alguien. Especialmente va este consejo para las mujeres, que son las más vulnerables”. Buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.