Historias nunca contadas: Vladimiro Montesinos también controlaba el JNE
Historias nunca contadas: Vladimiro Montesinos también controlaba el JNE

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un plato grande de lomito al jugo caliente, su pan baguette, rocotito molido y una jarra de agua de cocona heladita.

“María, mi amigo, el veterano periodista de política ‘Cigarrito’, llegó a la Redacción con su pucho en la boca, sus jeans pegaditos, su peluca castaña y lentes Ray-Ban oscuros. Las chicas lo vieron de espaldas y susurraron ¡cuero!, pero cuando se sacó los lentes vieron su rostro amarillento surcado por miles de arrugas, y sus ojos rojísimos, inyectados de tantas amanecidas con tragos infames preparados con aguardiente barato. Las chicas gritaron de espanto.

‘Gary, mi hermano, cada vez que llego de la selva a Lima me encuentro con los periodistas jóvenes, quienes me buscan para que les cuente mis experiencias. Esta vez me preguntaron por los fugados Carlos Burgos, el que fue alcalde de San Juan de Lurigancho, y Félix Moreno, quien acaba de ser condenado a 5 años de cárcel. Los ‘coleguitas’ saben que hace varios años yo seguí la pista de Vladimiro Montesinos. ‘Señor Cigarrito -me dijo una guapa reportera de televisión-, ¿por qué cree que no los capturan a esos dos prófugos de la justicia?’.

Miré a la chica con mis ojos rojos seductores de Brad Pitt en ‘Entrevista con el vampiro’ y le respondí: ‘Mira, preciosa, los tiempos han cambiado.

Cuando el inmenso y rubio director me dio un sobre lleno de dólares y un paquete de pasajes con línea abierta para seguir al ‘Doc’ por Panamá, su salida en el velero ‘Karisma’ y luego en Venezuela, me percaté de una cosa. El ‘Doc’ ‘perdió’ en Panamá porque no viajó solo, sino con su ‘gatita’ Jacqueline, que le calentaba la cabeza por esas tierras. Lo obligaba a ir de shopping, a la piscina o a pasear, cuando ‘Vladi’ debía estar con perfil bajísimo y preocuparse por reunirse con políticos que convencieran al presidente de que no lo bote.

Al regresar al Perú, Jackie lo engañó, pues no fue a al Yacht Club de La Punta y el corrupto tuvo que mandar por una masajista, porque no podía viajar solo. A la pobre le dijeron que se iban por un par de días a la isla San Lorenzo y se la llevaron hasta las islas Galápagos. Montesinos confió en sus certificados de millones de dólares que llevaba en su maletín, pero cuando mandó a sus secuaces a cobrarlos a bancos de Miami, se dio con la sorpresa de que los habían congelado. Por la plata sucia que guardaba en sus maletines y algunas joyas de oro de veintiún quilates, no le aseguraron que de Venezuela, donde recaló en una madriguera, podría salir con vida, porque sus ‘colaboradores’ más bien lo tenían secuestrado y planeaban matarlo para cobrar los millones por su cabeza. Esa fue su desgracia”.

Pucha, ese Cigarrito fue un gran periodista, lástima que no guardó pan para mayo y ahora anda pidiendo que lo inviten a almorzar. Me voy, cuídense.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC