
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular estofado de osobuco, arroz blanco graneadito, ajicito molido y su jarra con agua de manzana. “María, las calles están más peligrosas que nunca. Tantos asaltos y extorsiones tienen con los pelos de punta a la población. Hasta una bala perdida te puede caer, como sucedió ayer en la avenida Venezuela, si estás caminando, en un bus o manejando tu auto.
También a la hora que salen de una discoteca o fiesta y tomas un colectivo o taxi. Hay que estar con los ojos bien abiertos y tomar precauciones. Ya no hay seguridad en ninguna parte. Tengo amigos cuyos hijos no miden el peligro y salen a fiestas en todas partes de Lima y luego, de madrugada, toman cualquier carro.
En estos tiempos de tanta violencia y pocos valores, hay que estar más prevenidos en la calle. A mis hijos les doy permiso para que salgan, pero con una condición: Yo los recojo a la hora que sea y nunca deben apagar el celular. Así estoy tranquilo. No me importa desvelarme si es por la seguridad de la gente que quiero.
Ya no puedo confiar en taxistas, colectiveros o en los mismos amigos de mis hijos. Nadie sabe lo que estará pasando por la mente de la gente. Por eso les dejo algunos consejos a los muchachos a quienes les gusta la noche y salen a divertirse:
- No te embriagues. Toma lo justo para divertirte. En cuanto empieces a sentirte mareado, corta el trago.
- No te separes de los amigos con los que acudes a una reunión. Las chicas deben ir acompañadas de alguna amiga al baño.
- Con tu grupo de amigos haz lo que antes era ley: El amigo elegido. Es decir, el que no toma nada para que luego maneje el carro o esté atento a cualquier peligro.
- Antes de salir, contraten a un chofer conocido para que les haga las carreras de ida y vuelta. Les saldrá un poco carito, pero les salvará la vida.
- Cuéntales a tus papás todo sobre la fiesta. Dónde será, con quién irán, de qué se trata. No se guarden nada.
- Llamen a sus papás si sienten algún peligro. O a la Policía”. Muy buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.








