Mi amigo Gary llegó al restaurante por un contundente plato de picante de cuy y una deliciosa jarra de chicha morada.
“María, en julio llegan más turistas que en cualquier otra época del año debido a que celebramos las Fiestas Patrias. Por estos días, en las calles del Centro de Lima se realizan pasacalles, comparsas y fiestas costumbristas organizadas por provincianos residentes en la capital. Así como en los pueblos del Perú profundo, en la capital podemos ver danzar a los Negritos de Huánuco, las pandillas de Iquitos, los Shapish de Huancayo o los caporales de Puno.
Y confundidos entre ellos vemos a turistas de Alemania, Japón, Estados Unidos, España y muchos otros países, zapateando, tomándose selfies, preguntando sobre algún detalle de nuestro rico folklore. Se sienten peruanos, bailan nuestros huaynos, se visten con los trajes típicos, usan los chullos para el frío, beben pisco y gritan ¡Viva el Perú!, como antes del partido de la final de la Copa América ante Brasil.
Se vienen los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019, que se realizarán entre el 26 de julio y el 11 de agosto, por lo que llegarán más visitantes que el año pasado.
Según cifras del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en el 2018 hubo 4.5 millones de turistas extranjeros y en el primer trimestre del 2019 ya se había registrado un millón, por lo que en los próximos meses se batirán las cifras.
Todo esto contribuye con nuestra economía al disparar las ventas en los restaurantes, el movimiento hotelero, las visitas a los museos y las zonas históricas. Por eso, debemos dar un buen trato a los extranjeros, para que se sientan a gusto en nuestro Perú. Si vemos a alguien que está perdido, podemos acercarnos y preguntarle con respeto si no sabe cómo llegar a su destino. Otro tema es la limpieza, el ornato. A nadie le gustaría viajar muchas horas para llegar a una ciudad sucia, con basura tirada en las calles o monumentos pintados.
La primera impresión que se llevarán no va a ser la mejor y eso lo comentarán a sus amigos y familiares. La idea es ganar en imagen y prestigio, para que nos recomienden. Portémonos como los ecuatorianos, que en Quito o Guayaquil reciben a los turistas con amabilidad y respeto.
Allá cualquier transeúnte sabe la historia de sus monumentos y las hazañas de sus héroes, las que explican a los visitantes extranjeros. Imitemos las acciones buenas y destacables de los países vecinos. No nos cuesta nada saber un poco más de nuestra historia, lo más importante o lo más general. Cultivemos la cultura”. Tiene razón mi amigo Gary, debemos dar buen trato a los turistas. Me voy, cuídense.
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