Las personas con insomnio tienden a desarrollar el temor de perder la habilidad de dormir o de no poder realizar las actividades y responsabilidades del día siguiente. (Foto: Pixabay)
Las personas con insomnio tienden a desarrollar el temor de perder la habilidad de dormir o de no poder realizar las actividades y responsabilidades del día siguiente. (Foto: Pixabay)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudado de pescado con arrocito blanco al costado, jugo de limón, rocoto y, para la sed, una manzanilla calientita.

“María, muchas personas trasnochan porque deben trabajar hasta tarde o simplemente porque se acostumbraron desde pequeños. Dormir el tiempo adecuado tiene numerosos beneficios para la salud, por lo que los padres deben inculcar esta costumbre a sus hijos desde pequeños. Además, descansar es un gran placer. En promedio, un adulto debe dormir entre siete y ocho horas, aunque otros necesitan más. Los menores deben dormir al menos nueve horas, así que deben acostarse más temprano. Algunos de los principales beneficios de tener la cantidad de horas adecuadas de sueño señaladas por los expertos:

Mejora el ánimo. Al dormir mal, una persona se levanta de mal humor y hasta irascible. Estudios señalan que dormir poco altera los procesos neurales que rigen el comportamiento.

Menos arrugas. La piel se renueva mejor durante la noche. Por eso existen cremas específicas de acción nocturna.

Mantiene sano el corazón. Se calcula que quienes duermen poco tienen tres veces más riesgo de padecer una insuficiencia cardiaca. Además, el insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.

Te mantiene más sano. Durante el sueño, el sistema inmunitario se regenera, con lo que podrá luchar de forma eficiente contra toxinas y gérmenes.

Mejora la memoria. Cuando se duerme se fortalecen las conexiones neuronales. Durante la fase REM del sueño, el hipocampo, el almacén de nuestra memoria, se restaura, transformando la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo.

Aumenta la creatividad. Si el cerebro está bien descansado y la producción de hormonas es equilibrada, la memoria será óptima. De esa forma, nuestra imaginación aumentará y seremos más creativos.

Reduce la depresión. Al dormir, el cuerpo se relaja, lo que facilita la producción de melanina y serotonina, dos hormonas que contrarrestan los efectos de las hormonas del estrés y nos ayudan a ser más felices.

Ayuda a perder peso. Cuando se duerme poco, los adipocitos o células grasas liberan menos leptina, la hormona que controla el apetito. El insomnio hace, además, que el estómago libere más grelina, la hormona del apetito. Así que dormir poco contribuye a engordar”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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