Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante, pidió un cebichito y una jalea de mariscos. Para la sed, una jarra de chicha morada. “María, la tecnología ha traído consigo la simplificación de trámites, el acortamiento de distancias y la posibilidad de acceder a información como no había sucedido nunca antes.
Con los celulares uno puede hacer casi de todo. Desde comprar pasajes en avión, consultar el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, tomar fotos, grabar, escribir textos, editar, hacer transacciones bancarias, iniciar trámites administrativos y escuchar música. Pero con todos estos beneficios han llegado también la inseguridad y los robos.
Los hackers están al acecho de incautos para vaciarles sus cuentas. Esto le pasó a una chica, a quien uno de estos ‘magos de la computación’ suplantó su identidad para acceder a sus cuentas y apoderarse del dinero. Es más, también se hizo préstamos bancarios sin que la titular se dé por enterada. A este paso son capaces de quitarnos nuestras casas.
Por eso hay que tener mucho cuidado. Tanto como si lleváramos miles de soles en nuestro bolsillo. A los hampones tecnológicos solo les basta robarte tu celular para acceder a tus contactos y hacer lo que les plazca.
Por eso, apenas te roben el teléfono, bloquea todas tus cuentas y aplicaciones. No dejes pasar ni un minuto. Encripta tu código de acceso, al menos hazla difícil. Las empresas, como bancos, financieras o entidades públicas, deberían diseñar programas de protección y protocolos para evitar este tipo de delitos, que se están incrementando de forma rápida.
- Evita contestar o llamar por celular en la calle. Menos caminar con la cabeza gacha mirando el teléfono. Los raqueteros están a la orden día y venden los aparatos en el mercado negro. Para muchas bandas, el negocio no solo está en el aparato sino en la información que contiene.
- Crea contraseñas difíciles de averiguar. Esa es la primera regla. Y no la compartas con nadie, menos la anotes en papelitos.
- Tener el antivirus actualizado, no descargar archivos desconocidos, no insertar en Drive u otros dispositivos sin su debido análisis a través del antivirus.
- No brindar información personal, aunque quien la requiera sea supuestamente creíble. Muchas veces se hacen pasar por gente del Reniec, bancos o empresas de telefonía para pedir tus datos para una supuesta ‘validación’ de la información que diste antes.
- Ten mucho cuidado con los troyanos, que ahora se insertan en los juegos en línea”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.