Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudado de pescado con arrocito blanco, limón, rocotito en rodajas y una chicha morada friecita. “María, qué bien que el presidente Martín Vizcarra comience su gobierno con la aprobación de la mayoría de peruanos, pero esta ‘luna de miel’ podría terminar pronto si no colma las expectativas de la gente en seguridad ciudadana, empleo y crecimiento económico básicamente. En los últimos días causó alarma un video grabado por una cámara de seguridad en el que decenas de delincuentes en carros, motos y a pie llegan de noche a la urbanización Santa Catalina, en La Victoria, y comienzan a golpear y asaltar a los transeúntes que encuentran en la calle. A este tipo de robo se le llamó de inmediato ‘asalto tsunami’, porque fue perpetrado de forma masiva, rápido y con violencia. Sin embargo, la policía señala que no existe tal modalidad de atraco y que en realidad se trató de peligrosos barristas de Alianza Lima que fueron al lugar en busca de venganza, pues una semana antes habían sido agredidos por seguidores de la ‘U’. Como no hallaron a los que buscaban, agredieron y asaltaron a los que encontraron en la calle. Sea de una forma o de la otra, los agresores golpearon y robaron a las personas que se cruzaban en su camino, causando terror y angustia.
Es una prueba más de que las calles cada día son más peligrosas y se corre el riesgo de ser asesinado. El presidente Vizcarra debe enfocarse en este grave problema que afecta a todo el país. Siento desesperación en la gente, pese a que la próxima participación de Perú en el Mundial ha inyectado una dosis importante de optimismo. Pero eso podría cambiar pronto. Bien haría el mandatario en tomar una serie de pasos, como la urgente preparación de agentes en investigación e inteligencia criminal, invertir más en equipos forenses de investigación, dotar a la policía de mejores armas, uniformes, equipos de comunicación y transporte, y luchar de forma frontal con la corrupción existente en la Policía, el Ministerio Público y el Poder Judicial. Nada hacemos si la policía captura a delincuentes que al día siguiente saldrán libres por culpa de malos fiscales o jueces. Ya estamos hartos de que sicarios, ‘marcas’, narcotraficantes, estafadores y extorsionadores sean liberados en cuestión de horas. También debe mejorarse la preparación profesional en las escuelas de suboficiales y oficiales de la policía. El programa de protección de testigos es fundamental para agarrar a delincuentes y llegar a condenarlos. La tarea es complicada, pero el gobierno debe empezar y hacer conocer a los ciudadanos los pasos que dé”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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