Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cachema frita montada sobre unos ricos frejoles castilla, acompañada de arroz blanco, con ensalada de rabanito, tomate, lechuga y rocotito molido. Para la sed, pidió una chicha morada friecita. “María, a estas alturas, como reportero gráfico con varios años en el periodismo, pocas cosas me sorprenden y ya casi nada me escandaliza. 

Pero lo que hasta hoy no puedo terminar de comprender es cómo muchas chicas hoy se meten con un hombre, mañana con otro y pasado con alguien distinto. Algunos dicen que los tiempos han cambiado, pero siempre he pensado que las mujeres deben ser unas damas. Y eso no cambiará por los siglos de los siglos. Los hombres también tienen que portarse bien, respetar a la chica con la que están y no tener varias a la vez. Sobre todo ahora que abundan enfermedades tan terribles. 

Pero como te decía, creo que las mujeres son especiales, será porque venero a mi viejita. Una mujer nunca puede perder el pudor, debe respetarse a sí misma para que los demás la respeten. De lo contrario, después estará en boca de todos y ni su misma pareja le dará su lugar. Le faltará el respeto, le sacará en cara sus ‘cositas’ en la primera oportunidad.

En hay varias así que hoy sufren y lloran por esa causa. Salen los antiguos amantes para contar hasta en televisión todas sus intimidades y dejarlas por los suelos. ¡Encima todo lo cuelgan hoy en YouTube! Por eso, los padres deben hablar clarito con sus hijos y explicarles que esos modelitos que aparecen en televisión ‘agarrando’ con uno y otro no son ni pueden ser ejemplo de nada bueno. Son muy malos referentes. 

Y te digo todo esto porque se acercan las celebraciones de Año Nuevo. Miles y miles de jóvenes, hasta menores de edad, han agarrado la costumbre de ‘irse de campamento a la playa’. ¡Y sus padres los dejan tranquilamente! ¿Acaso no saben que en esos ‘campamentos’ sus hijos corren peligro? Toman licor sin control, corre droga, y muchos inescrupulosos van con el objetivo de tener sexo con chicas ebrias, conocidas o desconocidas, mayores o menores de edad. 

Al final, muchos hombres y mujeres amanecen tirados en la arena, desmayados. La clásica es ‘voy a ir con amigos, nada va a pasar’. Pero esos amigos también se emborrachan y nadie cuida a nadie. La verdad es que a fin de año muchos jóvenes tienen su debut , lo que es una muy mala elección, pues se produce en medio del alcohol y hasta drogas

Encima, los borrachos al volante abundan en las carreteras y las desgracias se multiplican. No soy pesimista ni aguafiestas, solo digo la realidad. Como siempre señalo, los padres tenemos una gran responsabilidad, cuidemos a nuestros hijos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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