Diabetes. (AP Photo/Reed Saxon)
Diabetes. (AP Photo/Reed Saxon)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, estuvo trabajando ayer cubriendo las movilizaciones de los transportistas que llegaron hasta el Congreso. Pasó por el restaurante y se comió un filete de lomo fino con arroz y papas nativas. Después se tomó una jarrita de hierba luisa. “María, hace unos días leía las declaraciones de una doctora que se mostraba preocupada porque como consecuencia de nuevos estilos de vida, muchos peruanos -incluidos los jóvenes- han aumentado de peso y están en riesgo de contraer la peligrosa diabetes. Lo peor de esta enfermedad es que trae secuelas que pueden provocar males muy graves como insuficiencia renal, ceguera, infarto y amputaciones. La clave está en el estilo de vida. Hay que disminuir el consumo de sal, azúcar y grasas saturadas. Comer alimentos ricos en magnesio, como legumbres, nueces, almendras, cacao, granos integrales y vegetales verdes. La actividad física, al menos 30 minutos al día, ayuda bastante para mantener una vida sana. Los buenos hábitos son fundamentales:

  • ALIMENTACIÓN LIGERA: Eliminar el consumo de alcohol, gaseosas, embutidos y comida chatarra. Elige alimentos ligeros y sanos para obtener más energía y sentirte físicamente bien.
  • DEPORTE: ¡Hay que moverse! Practicar yoga, trotar y bailar, pues además producen placer. También se puede ir al gimnasio, caminar al trabajo y olvidarse del ascensor.
  • DESCANSO: Es indispensable dormir al menos ocho horas al día. Desconéctate de internet y apaga el celular.
  • COME FRUTAS Y VERDURAS. No debes pasar un día sin que ingieras estos alimentos, pues tienen vitaminas, minerales y fibra para la protección del organismo.
  • REDUCE EL ESTRÉS. Intenta relajarte pese a las preocupaciones. El exceso de estrés produce cansancio crónico e infelicidad.
  • BEBE AGUA. Al menos dos litros cada día para evitar problemas en los riñones, cansancio y dolor de cabeza. Así limpiarás tu organismo.
  • REDUCE LA SAL. Llamada ‘la muerte blanca’ causa millones de pérdidas de vidas cada año. Puedes reemplazarla con diferentes especias, condimentos y hierbas”. No hay duda, Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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