
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín verde con un bistec jugoso montado. Para tomar pidió una jarrita con emoliente tibiecito. “María, la minería ilegal en el Perú mueve miles de millones de dólares al año, lo cual la convierte en una de las actividades más lucrativas. Con semejante dinero es fácil no solo invertir en otros rubros como el turismo, transporte o comercio, sino también corromper autoridades, desde la Policía, Poder Judicial y Ejecutivo. El mismo presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, es vinculado a la minería ilegal y ha dado su apoyo, por ejemplo, para la extensión del plazo del Reinfo. Hace poco nomás, el Ministerio de Cultura, en una extraña y controvertida decisión, redujo el área protegida de las líneas de Nazca a 3 mil 235.94 kilómetros cuadrados, en favor de la actividad minera. Qué tal poder de influencia. Menos mal que ante la avalancha de críticas de parte de la prensa nacional e internacional, el Colegio de Arqueólogos y otras instituciones, finalmente el gobierno dio marcha atrás y anuló la medida.
Pero hay que estar alertas, pues de seguro la minería ilegal seguirá intentando hacerse con esas y otras áreas para destruirlas. Por eso es importante cada vez más una prensa libre y comprometida para denunciar este tipo de hechos. Las próximas elecciones generales del 2026 tienen una singular importancia. Los especialistas han alertado que la minería ilegal va a poner a sus representantes en las próximas cámaras de diputados y senadores, a fin de hacer un lobby importante y se aprueben leyes que los beneficien a ellos y no al país. Actualmente, es seguro, dominan a alcaldes, algunos gobernadores regionales, funcionarios estatales, ministros, congresistas, malos periodistas e incluso representantes de gremios. ‘Con la plata baila el mono’, reza el dicho. Pues así sucede en nuestro país. Y no hay que olvidar lo que sucede en Pataz, donde hacen lo que quieren con la protección de malas autoridades y bandas armadas que les dan seguridad”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.








