El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su estofado de pollo, aguadito de menudencia y, para tomar, naranjada con hielo para bajar el intenso calor del verano. “María, mis amigos taxistas, colectiveros y microbuseros están preocupados por el alza incontenible de los combustibles de todo tipo, llámese diésel, gasolina, GNV o GLP. Por más que el Gobierno hizo una jugada hace dos meses para contener la espiral al alza, no ha surtido efecto. Algunos gremios, como los transportistas de carga y los de transporte público, han pedido directamente subsidio, pero los otros choferes están a la de Dios. Expertos culpan de esta situación a la guerra en Ucrania, otros a la crisis de los fletes internacionales, pero lo cierto es que la gente más pobre es la que sufre con los precios altos. Y eso que no hablamos del incremento del precio de los comestibles, como el pan, que ahora está a 4 por un sol, del pollo, el aceite y las menestras. Necesitamos acciones concretas para defendernos. Por lo pronto aquí le damos algunos consejos para ahorrar:
