Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un bistec jugosito con ensalada fresca de tomate y lechuga, y una porción de arrocito blanco. “María, tuve una cita con un médico internista que conozco hace años y me comentaba de la importancia de los buenos hábitos para estar sanos. En ese sentido, me explicaba que lo fundamental es alimentarse bien. Pero también tiene mucho que ver el ejercicio físico.
Mucha gente trabaja sentada casi todo el día y no hacen ningún tipo de actividad física, porque, además, paran todo el día con el celular. La obesidad es causante de muchas enfermedades. ‘Hay que moverse’, me dijo el medico, al menos tres veces por semana de forma regular. Aquí algunos consejos:
- Crear el hábito. Los ejercicios son beneficiosos cuando se practican con regularidad. Por eso se debe hacer un cronograma de trabajo en la semana, con horarios para entrenar que deben ser respetados.
- Siempre motivados. La actividad física debe ser un estilo de vida, una práctica permanente, no una cuestión de modas, pues estas pasan y se dejan de lado.
- Acondicionar un lugar. Puede ser la sala de la casa, un patio o jardín. Debe ser acogedor, con espacio para el tipo de ejercicio a realizar.
- Buscar asesoría. Si no se cuenta con un instructor, en internet hay varias páginas, con videos incluidos, en los que enseñan rutinas y dan importantes consejos.
- Alimentarse bien. Para que los ejercicios sean beneficiosos, deben ir acompañados de una alimentación sana y balanceada. Hay quienes entrenan fuerte y dejan de comer. Esto es nocivo. Se debe buscar la asesoría de un nutricionista.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) distingue tres grupos de edades para hacer ejercicios: 5-17 años, 18-64 años y más de 65 años.
- Para los niños y adolescentes del primer grupo se recomiendan juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas o educación física durante al menos una hora diaria. Los ejercicios deben ser de intensidad moderada a vigorosa. Si entrenan más de una hora, el beneficio será mayor.
- Los adultos de 18 a 64 años deben hacer paseos a pie o en bicicleta, actividades de ocio, tareas domésticas o juegos. Deben ser al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa, en sesiones de 10 minutos como mínimo. Lo ideal sería duplicar estos tiempos.
- Los mayores de 65 años deben hacer todo lo recomendado para el grupo anterior (de 18 a 64 años), pero con ejercicios que mejoren su equilibrio e impidan las caídas. Los adultos mayores con limitaciones por su salud deben mantenerse activos en la medida en que puedan hacerlo”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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