Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un humeante aguadito de pollo con ajicito molido. También pidió un pollito a la plancha con papa sancochada, ensalada y, para tomar, una infusión de hierbaluisa.

“María, los ánimos de los peruanos están tensos desde hace semanas. La candente situación política, la crisis económica y la dura batalla contra la pandemia que aún no vencemos son algunos de los temas que tienen a gran parte de la población con los pelos de punta. El clima que generamos a nuestro alrededor no debería cargarse de tanta ansiedad, angustia, tensión y hasta depresión. Pero lo cierto es que hasta los niños están viviendo esta difícil situación, como se nota en sus conversaciones, y ‘toman partido’ por una y otra opción política. Tengamos mucho cuidado al hablar y actuar delante de los pequeños para no angustiarlos ni crearles miedos o envenenarles el alma con mensajes de intolerancia. ¿Qué aprenden viendo a papá, a mamá o a los hermanos, peleándose con otros porque no comparten su opinión? Vemos también conductas exacerbadas en los más jóvenes, incluso mayores, que lindan con la violencia que tanto se pregona que no queremos.

Y las redes sociales, importantes vehículos de muchas voces, también se llenan de falsas noticias, de intolerancia, de amenazas y hay quienes han dejado de considerar amigo o amiga a quien optó por una decisión distinta a la suya en las urnas. Necesitamos calma, respeto y tolerancia. Tenemos el peligro latente de una ‘tercera ola’ del coronavirus, que podría llegar más rápido por la concentración de gente en las calles sin mascarillas ni distancia prudente. La vacunación de nuestros abuelos y padres avanza, pero aún es muy lento. Son tiempos difíciles. Como dijo el gran César Vallejo: ‘Hay, hermanos, muchísimo que hacer’. Por eso, consideremos estos consejos:

  • Gane quien gane la elección, hay que respetar los resultados.
  • No hay que frustrarse, ni angustiarse si las cosas no salen como pensábamos.
  • Si vamos a hacer cuestionamientos, que sea con sustento, no con insultos ni agresiones físicas.
  • Somos peruanos, procuremos construir más puentes y menos muros.
  • No enturbiemos nuestro ánimo. Hay que mantener las esperanzas y el buen ánimo. El esfuerzo por salir adelante, jugando limpio, debe continuar.
  • Hay que ser analíticos. No actuemos guiados por los impulsos.
  • Seamos prudentes, hay que accionar con responsabilidad y demos buen ejemplo a los niños.
  • Todos tenemos periodos bajos. Si eso nos bloquea o nos atrapa el estrés, un psicólogo puede ayudarnos a superarlo”.

Gary tiene razón. Calma y ánimo, Perú.

Me voy, cuídense.


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