Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cazuela, pescado frito con sarsa y, para tomar, chicha morada heladita. “María, vengo fastidiado por las imágenes del maltrato a dos policías retenidos por una turba de manifestantes en Ica, que además los golpearon para luego canjearlos por un dirigente detenido. Desde hace un buen tiempo, los distintos gobiernos utilizan a los efectivos del orden de manera política y los mandan a controlar desmanes, pero prácticamente desarmados. Mientras turbas enajenadas (no los verdaderos trabajadores que exigen alguna reivindicación) los apedrean de manera salvaje, les disparan e insultan como quieren, cuando ellos solo cumplen órdenes y son tan peruanos y gente del pueblo como todos nosotros. Desde el famoso ‘Moqueguazo’, donde un general fue secuestrado por los manifestantes y obligado a pedir perdón, hasta los 23 policías asesinados a mansalva en Bagua, la institución sigue siendo humillada por nuestros gobernantes de turno. Ya basta. A la Policía se le respeta.
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