Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito a la plancha, con una porción de arroz blanco graneadito y una ensalada fresca con palta, lechuga y tomate. Para tomar pidió una jarrita de maracuyá. “María, la semana pasada estuve en la sala de emergencia de un hospital público.
Logré entrar para ver a un familiar cerca de la medianoche. La verdad es que, pese a que soy un periodista que ‘corre la cancha’ desde hace muchos años y he visto de todo, me impactó ver a los pacientes llorando de dolor. La mayoría eran ancianos.
Es importante cuidar nuestra salud para llegar bien a la vejez y ‘guardar pan para mayo’. Recuerden que el dinero se acaba si no lo sabemos manejar. Al menos debemos cumplir algunas reglas para ayudar a nuestro organismo, como por ejemplo respetar las horas de la comida y almorzar, cenar o tomar desayuno en un ambiente tranquilo, donde uno se relaje, se cuente anécdotas divertidas o chistes.
Es importante evitar las gaseosas y bebidas azucaradas, que dañan nuestro hígado, el tracto intestinal y nos ponen al borde de la diabetes, esa enfermedad silenciosa, o del temible cáncer. Hay que aprender a saciarnos la sed con agua. Aquí algunos tips:
- Bebe mucha agua. Eso ayuda a la digestión y limpia nuestro organismo.
- Practica ejercicios. Puedes correr, jugar fulbito, vóley o manejar bicicleta. Todo vale.
- Opta solo por las grasas saludables, como el aceite de oliva, y el que contienen la palta, las aceitunas, los frutos secos o el pescado azul como el atún, el jurel y el bonito.
- Reduce el consumo de sal y azúcar. La comida salada es perjudicial para la salud cardiovascular y, como la demasiado azucarada, impide la pérdida de peso.
- Evita fumar y excesos con el licor. El cigarro es dañino para la salud y puede provocar cáncer de diversos tipos”. Qué buenos consejos. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.