Índices de delincuencia bajaron dramáticamente. (GEC)
Índices de delincuencia bajaron dramáticamente. (GEC)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, se comunica todos los días conmigo vía ‘wasap’. “María, en este aislamiento e inmovilización social obligatorio decretado por el Gobierno, las redes sociales, como Twitter, Facebook, Instagram y otras, se han convertido en herramientas no solo para comunicarse entre peruanos, sino también para expresar ideas que podrían traer mayor tranquilidad a nuestra sociedad, una vez que pase toda esta emergencia generada por el coronavirus.

Precisamente, quisiera compartir contigo y tus lectores lo que escribió el cantante y compositor Pedro Suárez Vértiz en su cuenta de Instagram: ‘Con la presencia de las Fuerzas Armadas apoyando a la Policía Nacional se ha frenado de manera considerable el avance del coronavirus en relación a los países europeos. Pero entre líneas se ha comprobado algo maravilloso: La delincuencia se redujo a cero…

Por fin se demostró que la propuesta de que los militares se sumen a la lucha contra la delincuencia (no reemplazando a la Policía, solo amedrentando con su presencia) es muy efectiva…’.

María, lo que dice el rockero es muy cierto, con los militares en las calles los delincuentes han tenido que dar un paso atrás y mantenerlos así es un clamor de la gran mayoría de peruanos que están hartos de ser víctimas de facinerosos que pueden llegar a matarte por quitarte tu celular o porque no tienes plata que te roben.

A los criminales hay que tratarlos con mano dura y los miembros de nuestras Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación) pueden hacerlo. Claro, siempre asistidos por nuestros valerosos policías, a quienes no se les debe desmerecer el trabajo que realizan.

Está demostrado que todos juntos, poniendo nuestro granito de arena, podemos derrotar a las lacras que nos afectan. Solo quisiera hacerles recordar lo que pasó en Río de Janeiro antes de que organicen los Juegos Olímpicos del 2016. Muchos creían que era imposible que pudiera ser sede de un evento deportivo de tal magnitud, ya que esa emblemática ciudad carioca es ‘cuna de la delincuencia’.

Las autoridades se pusieron muy bien los pantalones y autorizaron a grupos de élite de sus militares, en trabajo conjunto con sus efectivos policiales, ingresar a las peligrosas favelas y arrasar con todo signo que estuviera fuera de lo legal. Hubo muertos, pero los delincuentes, entre los que había microcomercializadores de drogas, sicarios, carteristas y otros, quedaron controlados, por lo que la justa olímpica fue todo un éxito.

A eso debemos apuntar, a trabajar coordinadamente y brindarles seguridad a los peruanos. Todo se puede con un poco de organización y la verdadera voluntad de querer hacer las cosas”. Pucha, mi amigo Gary ha dicho una gran verdad. Me voy, cuídense.


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