Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tiradito al olivo y un chaufa de mariscos con cremas, rocoto molido, salsa criolla y, para tomar, una chicha morada fresquecita. “María, hoy se celebra el día de , la primera santa nacida en América, pues fue canonizada en 1671 por el papa Clemente X, quien además la proclamó Patrona de Lima, de todo el continente americano y de las Filipinas, un alejado país conformado por miles de islas en el sudeste asiático donde la gran mayoría es católica.

Al nacer, el 20 de abril de 1586, Santa Rosa de Lima fue bautizada como Isabel Flores de Oliva, pero comenzaron a llamarla Rosa por la belleza de su rostro. Dicen que le desagradaba que le digan así, pues le parecía un signo de vanidad, hasta que un sacerdote la convenció de que no había nada de malo. Desde pequeña destacó por ayudar a los demás.

Su familia, que era pobre, insistía en casarla, pero Santa Rosa de Lima se resistió durante diez años, hasta que hizo votos de virginidad y luego ingresó a la Tercera Orden de Santo Domingo. Desde ese momento prácticamente se recluyó en la más que modesta y pequeña ermita que construyó en el huerto de su casa con ayuda de uno de sus hermanos. Fue en ese tiempo cuando se dedicó a atender a indígenas y negros que la buscaban para recibir su ayuda espiritual.

Santa Rosa de Lima también recibía a innumerables enfermos que la visitaban para que los sane. Se le atribuyen numerosos milagros, entre ellos la defensa de Lima cuando estuvo a punto de ser atacada por una flota de piratas holandeses, lo que generó una especie de histeria y pánico colectivo. Santa Rosa oró y anunció su defensa de la imagen de Cristo en el altar de la iglesia ‘Santo Domingo’. De manera misteriosa, el capitán de la flota invasora falleció y el desembarco no se produjo. Los limeños calificaron el hecho como un milagro que atribuyeron a Rosa.

Santa Rosa de Lima murió dos años después, apenas a los 31 años, y su entierro fue multitudinario, con miles de personas que pugnaban por tocar su ataúd. La guardia del virrey tuvo que intervenir, pues la gente estaba decidida a llevarse un trozo de su ropa como reliquia, con lo que podía terminar desvestida. Desde antes de su muerte era venerada por miles y hoy son millones los que le rezan. Ante tanta devoción, ayer salió la imagen de nuestra santa patrona en procesión por el Centro de Lima.

Desde hace días, innumerables personas acuden a su santuario en la primera cuadra de la avenida Tacna, pero como siempre ocurre, larguísimas colas se formarán para ingresar y rezarle. Multitudes también arrojan en el ‘Pozo de los deseos’ sus cartas con sus pedidos. Los niños le solicitan juguetes, los adultos, amor, salud y dinero. Ojalá que Santa Rosa de Lima guíe a este nuevo gobierno para que haga bien las cosas y se reduzca la pobreza. Aprendamos de Rosa, que se ganó el cielo por ayudar y dar amor a todo el que lo necesitara, especialmente a los más humildes”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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