El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un sabroso adobo de pollo con arroz blanco graneadito, frejoles, salsita criolla, rocotito molido y una jarrita de maracuyá al tiempo. “María, la tecnología acorta distancias y facilita el contacto ‘virtual’ con las personas, pero con muchos riesgos por la falta de tino y prudencia, como el hecho de los ‘videítos’ que muchas parejas se graban en la intimidad y comparten en su celular. Sea con o sin consentimiento, ya hemos visto que, incluso, figuras de televisión local e internacional han aparecido llorando y lamentando que su intimidad grabada por vanidad o un ‘juego amoroso’ pasó a ser un video ‘triple x’ compartido por extraños como ‘porno’. Los riesgos van, incluso, hasta la extorsión o a que sea un arma que la pareja manipuladora, agresiva o posesiva, utiliza para ejercer más presión o venganza.
En estos tiempos de Facebook, Snapchat y WhatsApp, el riesgo también es grande con los menores de edad, no solo por aceptar a cualquiera como ‘amigo’ o tener como ‘seguidores’ a desconocidos, sino por las reuniones y fiestas ‘semáforo’ y la exposición de sus cuerpos en sugestivas poses, buscando obtener más ‘likes’, como una equivocada forma de sentirse más aceptados, queridos y admirados. Hay carencias afectivas que, inclusive, se van revelando en los constantes ‘selfies’ dejados en la red social.
El respeto al cuerpo debe empezar en uno mismo y hay que aprenderlo desde niños. Nadie tiene derecho de fastidiar, calificar y menos tocar, pero tampoco es aconsejable exponerse y tentar al peligro.
No se tome ni se deje tomar y menos envíe fotos o videos íntimos. Por el enamoramiento y la pasión se rompe pudores, pero que la ‘calentura’ no le lleve a decisiones que expongan su intimidad. Las fotos o el video ‘hot’ se pueden filtrar.
El riesgo puede venir no solo por desconocidos, extorsionadores y pederastas, sino hasta por las exparejas.
Una foto provocativa puede ser un estimulante sexual, pero recuerde que su celular se puede extraviar o, incluso, su relación puede acabar.
Puede enviar un mensaje juguetón, dentro de la confianza de su relación de pareja estable y ser suficiente para encender la pasión sin tener que desnudarse.
Sepa qué redes sociales están usando sus hijos y sea contacto. No para vigilar cada foto o comentario y menos para avergonzarlo, pero sí para conocer su entorno y modo de trato con los que también tiene contacto”.
Pucha, Gary tiene razón. Hay que ser prudentes y no exponerse. Me voy, cuídense.
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El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un sabroso adobo de pollo con arroz blanco graneadito, frejoles, salsita criolla, rocotito molido y una jarrita de maracuyá al tiempo. “María, la tecnología acorta distancias y facilita el contacto ‘virtual’ con las personas, pero con muchos riesgos por la falta de tino y prudencia, como el hecho de los ‘videítos’ que muchas parejas se graban en la intimidad y comparten en su celular. Sea con o sin consentimiento, ya hemos visto que, incluso, figuras de televisión local e internacional han aparecido llorando y lamentando que su intimidad grabada por vanidad o un ‘juego amoroso’ pasó a ser un video ‘triple x’ compartido por extraños como ‘porno’. Los riesgos van, incluso, hasta la extorsión o a que sea un arma que la pareja manipuladora, agresiva o posesiva, utiliza para ejercer más presión o venganza.
En estos tiempos de Facebook, Snapchat y WhatsApp, el riesgo también es grande con los menores de edad, no solo por aceptar a cualquiera como ‘amigo’ o tener como ‘seguidores’ a desconocidos, sino por las reuniones y fiestas ‘semáforo’ y la exposición de sus cuerpos en sugestivas poses, buscando obtener más ‘likes’, como una equivocada forma de sentirse más aceptados, queridos y admirados. Hay carencias afectivas que, inclusive, se van revelando en los constantes ‘selfies’ dejados en la red social.
El respeto al cuerpo debe empezar en uno mismo y hay que aprenderlo desde niños. Nadie tiene derecho de fastidiar, calificar y menos tocar, pero tampoco es aconsejable exponerse y tentar al peligro.
No se tome ni se deje tomar y menos envíe fotos o videos íntimos. Por el enamoramiento y la pasión se rompe pudores, pero que la ‘calentura’ no le lleve a decisiones que expongan su intimidad. Las fotos o el video ‘hot’ se pueden filtrar.
El riesgo puede venir no solo por desconocidos, extorsionadores y pederastas, sino hasta por las exparejas.
Una foto provocativa puede ser un estimulante sexual, pero recuerde que su celular se puede extraviar o, incluso, su relación puede acabar.
Puede enviar un mensaje juguetón, dentro de la confianza de su relación de pareja estable y ser suficiente para encender la pasión sin tener que desnudarse.
Sepa qué redes sociales están usando sus hijos y sea contacto. No para vigilar cada foto o comentario y menos para avergonzarlo, pero sí para conocer su entorno y modo de trato con los que también tiene contacto”.
Pucha, Gary tiene razón. Hay que ser prudentes y no exponerse. Me voy, cuídense.
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