Este Búho regresó de su viaje a Piura y se encontró con una noticia indignante. Los desalmados integrantes de la banda ‘Rápidos y furiosos’, acusados de ‘marcas’ que fueron atrapados espectacularmente por valerosos policías con pistolas, droga y vehículos, no duraron ni veinticuatro horas presos, porque según la policía tanto la fiscal que vio el caso, como el juez a quien correspondía ordenar la prisión preventiva, actuaron negligentemente y ahora se ‘tiran la pelota’. Los cinco indeseables están libres, seguro para seguir delinquiendo.
Pero este caso, que ha causado la indignación de la ciudadanía y de los altos mandos policiales, no es un hecho aislado. Junior Tarazona, ‘Jota’, sindicado como narco y uno de los que ordenó el atentado a la camioneta Porsche de Gerald Oropeza, se pasea como Pedro por su casa. ¿La razón? Un juez suplente lo liberó y solo se le conminó a que no saliera del país. Ante las denuncias periodísticas que alertaban que este sujeto podía fugar, recién la policía pudo seguirle los pasos y lo atrapó a pocos metros de la frontera con Ecuador. Este columnista piensa que aquí hay instrumentos del Estado para combatir la delincuencia que no están funcionando nada bien. Hay corrupción en algunos niveles de la Fiscalía, así como en el Poder Judicial. Es increíble con qué facilidad algunos malos jueces les dan órdenes de comparecencia y ‘arresto domiciliario’ a asesinos y narcotraficantes.
Pero también hay malos uniformados que no cumplen con pasar a los hampones atrapados en flagrancia a la Fiscalía y los mantienen en los calabozos. Allí esperan que los familiares de los criminales lleguen con miles de soles o dólares, según lo ‘gordo’ que sea el ‘pez’, para ponerlo en libertad. Los malos servidores públicos no saben que cada vez que son coimeados por delincuentes, estos al salir en libertad van a volver a asesinar a sus colegas, a estudiantes, a empresarios; y estos malos jueces, fiscales y policías serán cómplices de sangrientos homicidios.
El problema de la seguridad ciudadana es el número uno en el país. Las cárceles son tierra de nadie y sirven para planificar los delitos. El pueblo votó por Ollanta creyendo que por ser militar iba a poner ‘mano dura’ contra el crimen organizado, pero lamentablemente dejó las importantes decisiones de gobierno a su esposa, que lo llevó al despeñadero y a él le dio el papel de ‘inaugurador’ de obras públicas.
Todos los días lo reciben con aplausos en pueblitos remotos, así no oye las maldiciones de los padres de familia con hijos en universidades que son asesinados por los malditos ‘raqueteros’. El debate en Piura debió comenzar con la discusión sobre seguridad ciudadana. Keiko fue ‘mosca’, le importó un comino los acuerdos previos, quedó mal ante los organizadores y su rival, pero ante los televidentes se mostró como la que tiene más interés en el tema.
A PPK le faltó reacción. Kuczynski eludió el tema de la seguridad ciudadana. Le faltó calle, ‘criollada’, como dicen los analistas. Espero que el próximo domingo se vea un verdadero debate de propuestas sobre el tema que más le interesa a los ciudadanos honrados y decentes que trabajan día a día para llevar el pan a su casa: la inseguridad ciudadana. Apago el televisor.
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