Este Búho leyó con atención, uno a uno, los . Lo hacía mientras en mis oídos aún retumbaba la resaca del cruel y cuando miles de turcos, más bravos que las barras temibles del Galatasaray, . Algunos lectores me escriben y preguntan: Búho, ¿qué opinas del Gabinete de Fernando Zavala? Como soy editor por naturaleza, le pongo un nombre a esta realidad: Es un ‘sancochado raro’ .

Pienso que para que el emblemático plato peruano sea contundente, debe tener buena carne. Este Gabinete la tiene. Empezando por el , un capo en Economía, el de Educación y los profesionales ligados a las áreas de Producción y Salud. Todos ellos me parecen impecables.

¿Con qué autoridad el aprista Velásquez Quesquén viene a descalificarlos y que, por ser brillantes en sus carreras, no pueden ser ministros? ¿Qué quiere, que lleven el fajín enjuiciados como Rómulo León, al que el propio Alan García calificó de ‘rata’? ¡Por favor!

En segundo lugar, un sancochado no solo es delicioso con buena carne. También necesita verduritas. En Inclusión Social, han escogido a Cayetana Aljovín, y el fujimorismo ya sentenció en boca del congresista Salaverry: ‘Ha trabajado con nosotros, pero…’. La propia izquierda la denuncia: ‘¡Es una lobista archiconocida, hay conflicto de intereses!’ No es delito ser lobista, pero, ¿qué tiene que ver ese trabajo con un ministerio donde el titular debe estar ensuciándose los zapatos en la puna, la Amazonía, buscando la inclusión social? Parece un contrasentido.

Asimismo, pienso que PPK se equivoca, creyendo que dándole guiños a la izquierda apagará los incendios que, de seguro, van a estallar en el país. Primero, porque estos no los va a controlar el Frente Amplio, sino Patria Roja y otros grupos más radicales. Por lo tanto, dos ministros zurdos, como Jorge Nieto Montesinos y , no lo van a ayudar mucho. El caso de Basombrío es el más polémico. Todos sabemos que el principal problema que atraviesa el país es la inseguridad ciudadana. Keiko tenía a Marco Miyashiro, el que participó en la captura de Abimael Guzmán. Creo que los ciudadanos reclamaban un ministro del Interior operativo, no de escritorio. Un hombre como Eliot Ness, de ‘Los intocables’. Que se ensucie los zapatos y conozca al ‘monstruo’ por dentro. Al Ministerio del Interior se va a sufrir, a ver los detritus de la sociedad, no a ser la ‘hoguera de las vanidades’. Los policías de carrera, por su trabajo, saben a lo que se meten. Los fujimoristas ya lo sentenciaron. ‘Ya estuvo en el cargo, como viceministro en el gobierno de Toledo, y su labor fue intrascendente’. Lo cierto es que Basombrío agarra una ‘papa caliente’. Si la población no ve resultados a corto plazo, la inseguridad ciudadana le puede estallar en la cara a . Apago el televisor.

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