Del saque somos carnecita… No nos confiemos de los cero puntos de Venezuela en la tabla, ni que nunca nos ha ganado en Eliminatorias . Para mí este partido será más duro que el del martes con Uruguay. Porque somos locales y no podemos ceder puntos con selecciones que no son favoritas para clasificar y que hasta ahora no ha despertado. En Montevideo, todos soñamos con una victoria, porque sería el punto de partida para meternos en la pelea, pero si perdemos la realidad es que no nos va a chocar tanto, porque la celeste es la celeste y es candidata. Así que vayamos por pasos, lo primero es lo primero. Que la ‘Vinotinto’ no nos meta a su ritmo, de contacto, de choque, de bulla, de recurseo. Necesitamos la posición de la pelota y movilidad para que no nos revienten. Guerra avisada no mata gente…
Si es cierto que Pedro Gallese arranca, me deja más tranquilo y ya no me como las uñas ni se me afloja el estómago. Es el más completo de los tres porteros de la lista. También la presencia de Óscar Vílchez, en la volante, será productiva, porque pisa con frecuencia el área contraria. Además, sus botines tienen fútbol y marca. Te la entrega al pie con criterio. Es alto e inspira respeto. Junto a Renato Tapia aseguran la salida limpia y pressing. Así es…
Hay otras decisiones a lo largo del proceso que no comparto con Ricardo Gareca . En esta última convocatoria me parece increíble que no haya llamado a Joel Sánchez, un chato fuerte y agarrado, dese-quilibrante y que juega por las bandas y el centro. Encima han viajado para colocarlo en España o Francia. Si llamó a Carlos Ascues y Jefferson Farfán, quienes han sido operados y no han pisado una cancha hace meses, también debió pararle bola a André Carrillo. Si en el Sporting de Lisboa le han cerrado las puertas para entrenar, le hubiera hecho un plan de trabajo para que esté físicamente 10 puntos, porque sin continuidad es más que ‘varios mantequillas’. Se va a Europa a hacer hora con Gianluca Lapadula . Qué feo…
Lobatón, Ballón, Benavente y Beto Da Silva son piezas de recambio. Hay que soltarlo al chamaquito de 18 años y olvidémonos que está verde, jovencito. Los cracks son cracks desde los pañales, porque son vivos hasta para evadir las patadas. Esa nave está cero kilómetros y tiene potencia con habilidad. Puede hacer daño viniendo de atrás, con espacios. Pero hay que rodearlo bien, con gente de peso, que ponga la pepa y lo apadrine cuando lo quieran chancar o chambear a la boquilla. Como el ‘Patrón’ Velásquez, que le metió un cachetadón a Pasarella cuando quiso ‘gomear’ a Franco Navarro. Rexuxa… Me voy, soy fuga.
Contenido GEC