Perú vs. Uruguay: El Bombardero dice cómo hay que jugar para ganar en Montevideo

Del saque somos carnecita… La verídica que Uruguay no es una selección con un juego vistoso, pero sí efectivo, a tal punto que fue a La Paz y ganó 2-0 . Va, va y va. Ellos no miran ni oriente ni occidente. No son de pasecitos laterales ni tampoco la rifan. Su estilo es vertical. Solo se fijan en los arcos de sur y norte. Fácil tienen adelante 150 millones de dólares. Luisito Suárez y Edinson Cavani. Definidores netos, de aquellos. La clavan hasta con el pasador. Pelean cada pelota como si les estuviesen arranchando el sobre de fin de mes. Y los demás son guerreros y gladiadores que corren y corren sin medir las energías. Aplicados y obedientes con las órdenes del ‘Maestro’ Tabárez. Sí, señores…

La clave es no entrar al ritmo de ellos porque nos vamos pa’ La Habana . Por somatotipo, por estado atlético y físico. Hoy más que nunca hay que poner la pelota en el piso y a un toque, máximo dos. Busquemos romper esa línea recia con paredes en primera. Aprovechemos que no está Godín y Giménez. Sebastián Coates y Mauricio Victorino son fuertes, tienen presencia y son maleados, pero se comen las guiñadas de ojo. Hay que enganchar por las bandas porque Álvaro Pereira desborda con frecuencia, pero en la marca no es seguro, no es fiable. Evitemos las pelotas paradas porque nos meten con jugador y todo en la cabaña de Pedro Gallese . Curuju…

La contención de Arévalo Ríos y el ‘Tata’ González es experimentada, corta jugadas, mete y mete, asusta, habla todo el partido, pero son tronquitos. Neymar y Willian cada vez que venían a velocidad parecía que hacían zigzag con conos. El pelado Carlos Sánchez y Matías Vecino van por los extremos con ida y vuelta, de córner a córner. Son solidarios y dan una mano a sus marcadores. No son nada del otro mundo. Hay que contrarrestar el vértigo con la posesión, con huevos, habilidad y picardía para bajarles los caballos, para desesperarlos. Si aguantamos los primeros 30 minutos, se abrirán los espacios de par en par. Ayayayay…

Necesitamos gente veloz, conchuda, cara de palo. Que no arrugue. Sin miedo escénico. Una cosa es Venezuela , otra Uruguay. Los chatos son alternativas para los últimos 25 minutos para que terminen de fundirlos con su movilidad y dinámica. Si arrancan, puede ser peligroso, esos te fracturan o te arrancan un brazo y no sienten cargo de conciencia. Mi once sería con Gallese; Advíncula, Ascues, Rodríguez, Céspedes. Todos ligeritos y con el ‘Mudo’ de buen juego aéreo. La contención con Balbín y Tapia. Dos que muerden. Un poquito más adelante, de enlace lo pongo a Lobatón para que la distribuya como sabe. Corta y larga. En los costados, Benavente y Cuevita. Sería la prueba de fuego del ‘Chaval’ que, estoy seguro, no va a defraudar. El ‘Aladino’ es pericotero y toca, que se haga una. Por lo menos, será una ladilla para Maxi Pereira. Que lo jale del short, que se le meta entre las piernas y lo saque de sus casillas. Arriba solito Guerrero . Cuando ve la celeste se crece. Si se deja de quejar, de renegar, se sobra. Si se ha tomado un jugo de naranjas con el salvaje de Diego Lugano, también puede repetirlo con cualquiera en el ‘Centenario’. Si estamos fuertes de la cabecita, nada es imposible. Y no va a cher…

Mañana toca encojonar a los muchachos. Pero que Jefferson Farfán no crea que ha pasado piola con lo del fulbito . Tampoco Claudio Pizarro y Juan Vargas que ya deben recibir su CTS y jubilación, y gracias por sus servicios… Me voy, soy fuga.

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