Este Búho es callejero. Converso con los taxistas, el termómetro de nuestra ciudad, porque pobres y ricos suben en sus carritos. Pero hay algunos que no toman en cuenta a los cambistas. Esos son bravos y, a veces, analizan la coyuntura económica con mayor claridad que un premio Nobel. En el jirón Miró Quesada, los hermanos ‘Dólares’, al costado del restaurante ‘Manhattan’. Y en Miraflores, en Pardo, a las afueras del Banco de Crédito, los famosos hermanos ‘Bigote’. Ellos me preguntan ¿Buhito, qué está pasando en el país? Ese jurado electoral está jugando más que la chinita Angie en las ‘Suites’. Es más, pienso que el Jurado Electoral Especial juega más que Susy en sus mejores tiempos. El fin de semana estuve en la playa Punta Negra. Solo, acompañado con mi conciencia, que ya es demasiada compañía, además de la arena, el mar gris y las rocas que le dan una visión hermosa a esa playa no comercial y donde felizmente no hay discotecas de música reaggetonera. Ahora, con gripe, pero feliz, puedo agarrar mi espada del augurio de los entrañables Thundercats, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ y presentarles mis clásicos ‘Pastillazos’ que tanto reclaman mis lectores.
ENCUESTAS BRAVAZAS: Mi lectura de la última encuesta de GFK es la que sigue. Alan García se fue a llorar a su playa de Naplo porque un egocéntrico como él no puede soportar que Alfredo Barnechea, quien estuvo en el Apra, lo relegue al quinto lugar. El ahora acciopopulista anda cuarto. Si Guzmán sale de la competencia, podría, según la tendencia, seguir trepando y dar una sorpresa. Keiko presenta una ligera baja. La chinita, en febrero de carnavales, estaba en 34% y en marzo, mes del Niño malo, desabastecimiento de papayas, naranjas y plátanos, está en 32%. Guzmán tenía 10% en febrero y ahora en marzo 16.6%. Lo del ‘moradito’ es un repunte significativo, pero puede quedar fuera de carrera.
LA GRAN TÍA MARÍA: Este columnista siguió cursos de Historia en San Marcos. Me enseñaron grandes docentes, como Manuel Burga, Heraclio Bonilla, Waldemar Espinoza, y me metía a las clases de Paleografía de la gran historiadora María Rostworowski. ¡Murió a los cien años! En mis tiempos dominaban en la universidad las concepciones marxistas. Los más brillantes historiadores, como el francés Maurice Godelier, adoptaban el marxismo como instrumento para analizar la historia de sociedades como la inca o mexicana, adoptando lo que se denominó el ‘modo de producción asiático’. Pero la doctora María era una experta paleontóloga. Ella no se basaba en teorías marxistas ni liberales, ella solo se basaba en documentos, en fuentes. Gracias a ella sabemos lo que sabemos del imperio incaico. Yo iba a sus clases y se la pasaba leyendo documentos antiquísimos, originales. Algunos se aburrían, yo no. Sabía que ella me hablaba con la verdad. Nada más valioso que un documento, una fuente. Tengo en mi casa un libro extraordinario y espero que algún día mi hijita lea mucho de la historia de su país. Descanse en paz, maestra.
CALLAO TERROR: La historiadora Carmen Mc Evoy ha escrito en el diario decano una columna sobre el terrible clima de violencia que se vive en el Callao. Ella lo llama ‘la Sinaloa del Perú’. Asegura que no solo hay muertos vivientes por la droga. La gente también muere a balazos porque se enfrenta a parientes del alcalde Juan Sotomayor, pues su hermana es candidata al Congreso. Un guachimán, que quiso impedir que pintaran una pared con propaganda de la ‘hermanísima’, fue asesinado. La historiadora también menciona al gobernador Félix Moreno. Además, remarca que hacer política en el Callao, para los opositores, es un acto casi suicida. Los ‘dueños’ del Callao mandan invadir locales partidarios con turbas asalariadas que destrozan la propaganda y amenazan de muerte. Es que el primer puerto es una de las regiones más ricas del Perú. McEvoy recordó que ‘Vitocho’ García Belaunde ha señalado que las redes instaladas estratégicamente hace dos décadas bloquean las denuncias contra las máximas autoridades. Por eso reinan el crimen y la impunidad. Este Búho conoce el Callao desde niño. Veraneaba en Cantolao, comía pescado frito en Castilla y chicharrones en el mercado, donde el chino de edad inmemorial. Por eso me pregunto, como la inteligente dama Mc Evoy: ¿Cuándo se jodió el Callao? Apago el televisor.