Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de cabrito con frijoles, arroz blanco graneadito, salsa criolla y una chicha morada friecita. “María, es alarmante el grado de inseguridad, injusticia y corrupción que se vive en el Callao. Los delincuentes Juan Ladimir Gómez Gonzales (30), ‘Lady’, y Edwin Lorenzo Valencia Pérez (22), ‘Gato’, se enfrentaron a balazos con la policía en junio del 2014 y fueron capturados cuando chocaron el auto en que escapaban. Ese violento tiroteo fue grabado por la cámara de seguridad del patrullero inteligente que los perseguía.
Gracias a estas imágenes, los sujetos fueron identificados plenamente y acusados por la Fiscalía. Ante la contundencia de las pruebas en su contra, fueron encerrados en un penal alrededor de un año y medio. Pero en los primeros días de este 2016, la Segunda Sala Penal del Callao, de manera increíble, ¡¡les dictó arresto domiciliario!! A estos vocales no les importó que los pistoleros hayan estado a punto de matar a policías ni la amenaza que representan para la sociedad. No hablamos de simples carteristas o tenderos, sino de criminales altamente peligrosos.
Tenemos que aclarar que los que gozan de arresto domiciliario deben ser resguardados por policías que permanecen en el exterior de la casa. O sea, encima que todos pagamos para que esta gente esté más segura que el resto de ciudadanos, estamos expuestos a que nos asalten y asesinen. ¡En lugar de que esos efectivos se dediquen a combatir la inseguridad ciudadana, deben cuidar a estos ‘angelitos’! Pero al parecer nuestros magistrados abusan tanto de esta figura legal que los efectivos de la División de Arresto Domiciliario no alcanzan para vigilar a tantos. En el caso de ‘Lady’ y ‘Gato’ no se sabe si tenían un agente en su puerta, o algún uniformado era enviado solo para verificar que permanecían en casa.
Lo concreto es que los dos delincuentes continuamente burlaban su ‘cárcel dorada’ y salían a asaltar con armas de fuego. Pero hace unos días fueron grabados por cámaras de seguridad cuando atracaban a un grupo de amigos en un restaurante de Salamanca, y hasta se llevaron el auto de uno de ellos para huir. Gracias a las imágenes, fueron identificados. Se supone que les espera una larga condena, pero con nuestra justicia nada es seguro. Habrá que estar vigilantes. Sin embargo, ¿qué pasa con esos magistrados del Callao que tan alegremente los mandaron a su casa? El presidente del Poder Judicial, Víctor Ticona, debe pronunciarse sobre este escandaloso caso”. Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.