Omar Chehade y su venganza contra Ollanta Humala y Nadine Heredia

Este Búho tiene pocos amigos, los cuento con los dedos de la mano y hasta ahora, a través de los años, doy fe de su lealtad y cariño pese a que, de repente, no nos vemos como quisiéramos. No creo que el presidente Ollanta Humala y la primera dama Nadine Heredia puedan decir lo mismo de Omar Chehade. El abogado, exprocurador anticorrupción, fue muy amigo del entonces candidato Humala. Lo defendió en la grave denuncia de violación de derechos humanos, cuando Ollanta era militar en actividad en ‘Madre Mía’. Él, como su abogado y amigo, sabía todos sus secretos hizo que Ollanta se librara de aquella pesadísima acusación y lograra llegar a la presidencia.

El premio al hábil abogado fue ‘gordo’. Una curul parlamentaria y el cargo de vicepresidente de la República. Me parece que Omar Chehade se hizo demasiadas expectativas con un cargo. Los ‘vices’ son fantasmas cuando van de visita a Palacio, a veces ni la guardia palaciega los reconoce. Que lo diga ‘Payasito’ Waisman, que quería mandar en la ‘Casa de Pizarro’ cuando Toledo se iba de viaje en el ‘avión parrandero’ y los mozos no le alcanzaban ni un vaso de agua mineral, por orden de Eliane. Pero lo que enervó al abogado fue que descubrió, según relata en su libro ‘La gran usurpación’, que quien verdaderamente mandaba en Palacio no era Ollanta Humala, sino su esposa Nadine Heredia.

Como hombre de derecho, el legislador Omar Chehade sabía que ser cónyuge del mandatario no le daba derecho a tomar decisiones de gobierno. Al tratar de frenar el creciente poder de la primera dama, solo cavó su propia tumba. Un hermano suyo fue sorprendido in fraganti haciendo un supuesto ‘lobby’ con generales encargados del desalojo de una azucarera en el norte chico. Por ello, el ‘hermanísimo’ fue con sus huesos a la cárcel y Nadine Heredia sepultó al ‘vice’ con una frase lapidaria en su Twitter: ‘¿es tan difícil caminar derecho?’.

La rutilante carrera política del congresista Omar Chehade se vino cuesta abajo. Ante el escarnio público y de su partido, se vio obligado a renunciar a la vicepresidencia y se convirtió en un paria en la bancada nacionalista. Pero en política siempre hay revanchas. Según denuncias judiciales, Nadine Heredia habría caminado mil veces más chueco que el resentido Omar, quien ahora ‘le da su vuelto’, sacando un libro donde hace sorprendentes revelaciones. Y cita casos puntuales:

SANCIÓN A DIEZ CANSECO: ‘La reunión se dio el 10 de noviembre del 2012 a las siete de la noche. Citaron a la bancada. Todavía éramos 43 congresistas. Ollanta Humala mira a su derecha y estaba Nadine, ella hace un gesto de aprobación. En ese momento, el presidente dice, bueno, hay que acatar las resoluciones de la Comisión de Ética y ordenó que voten a favor de la sanción a Javier Diez Canseco… El día de la suspensión, Javier apura la votación, pensando que tiene la mayoría. A las once de la noche llega Ana Jara, que era ministra de la Mujer, a ‘digitar’ los votos de los parlamentarios de la bancada nacionalista’.

FUERA JULIA PRÍNCIPE: ‘Me llama a Palacio el presidente y me pide que salga a defender a su esposa, junto a dos congresistas más, uno de ellos Teófilo Gamarra. Estábamos sentados en el piso de la oficina alfombrada, de manera informal, como viejos amigos. Pero yo le digo que no se veía muy elegante que el presidente de la República tome partido por su esposa, en las investigaciones de Julia Príncipe. En ese momento se para como de un resorte, ofuscado, molesto por mi comentario. Luego se calma y me dice resuelto: ‘no te preocupes, a Julia Príncipe la vamos a botar’.

GUILLOTINAN AL PREMIER CORNEJO: ‘El presidente llega furioso y dice. ‘No voy a permitir que un miserable, como René Cornejo, ponga en bandeja de plata la cabeza de Nadine Heredia ’. ¡¡Quería que boicoteáramos a su premier!!’. Cuando le preguntaron al autor del libro por qué el título ‘La gran usurpación’?, respondió: ‘La usurpación era que Nadine tenía a su cargo la política general del gobierno, la que colocaba y sacaba ministros y embajadores de la Cancillería. Los últimos cancilleres, los últimos ministros de Defensa y los de Economía, fueron colocados por ella. Las personas que han sido elegidas correctamente por el pueblo, no pueden ceder ante los hijos, los hermanos de la cónyuge, así sea esta la primera dama’. El libro ya sacó chispas en las filas nacionalistas, que han calificado a Omar Chehade de ‘traidor’. Apago el televisor.

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