Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de cabrito a la norteña macerado en chicha de jora, con frijoles, yuca, arroz blanco, salsa criolla y, para tomar, una chicha morada fresquecita. “María, es increíble , que por la sola acusación de una mujer, quien dijo que le había robado a su bebé hace tres meses de un centro de salud, fue mandada nueve meses a prisión por un juez, mientras que a su hijo el que decían que había raptado lo enviaron a un albergue.

Esta madre, al final, permaneció encerrada en la cárcel una semana y fue liberada el último martes porque la prueba de ADN que le hicieron arrojó que es la madre biológica del pequeño. ¿Cómo es que un juez puede alegremente mandar presa a una persona sin las suficientes pruebas? Un error así lo puede cometer cualquier persona sin preparación jurídica, pero no un juez, que se supone es un experto en leyes porque ha estudiado varios años. El abogado penalista Mario Amoretti, hasta hace poco decano del Colegio de Abogados de Lima, sostuvo que errores como este son comunes en nuestro país, pues ‘los jueces decretan una prisión preventiva para recién comenzar a investigar, cuando la ciencia procesal moderna señala que primero se investiga y después se detiene’.

El letrado añade que ‘en el Código Penal se señala que una detención arbitraria incurre en una responsabilidad penal’, por lo que el juez y el fiscal que acusó a Delia Flores podrían ser condenados hasta con cuatro años de cárcel. Otra pregunta que cae de madura es ¿dónde estudian nuestros jueces? Cada vez más son los magistrados y abogados peruanos que muestran un nivel profesional paupérrimo, lo que es una prueba irrefutable de la grave crisis de las universidades, muchas de nombres chistosos que más llaman a la risa. Un magistrado conocedor y respetuoso de las leyes no hubiera encarcelado a Delia Flores sin pruebas. Menos aún, separándola de su bebé, al que mandaron durante días a un albergue. Lo mismo pasa con los médicos.

Muchos están saliendo titulados de universidades que no tienen ningún nivel y cuyo único objetivo es tener la mayor cantidad de alumnos para cobrarles las mensualidades, no importa que sean torpes que no saben ni sumar bien. No todos pueden ir a la universidad. Solo deberían hacerlo los mejores estudiantes, no cualquier burro. Muchas de estas casas de estudios tienen secretarias que salen a la vereda a agarrar del brazo a cualquier muchacho que pasa por la calle y meterlo a la oficina para ofrecerle estudiar cualquier carrera, incluida medicina, por un módico precio. Ojalá esta terrible situación comience a cambiar con la nueva Ley Universitaria que impulsó el congresista Daniel Mora”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de cabrito a la norteña macerado en chicha de jora, con frijoles, yuca, arroz blanco, salsa criolla y, para tomar, una chicha morada fresquecita. “María, es increíble , que por la sola acusación de una mujer, quien dijo que le había robado a su bebé hace tres meses de un centro de salud, fue mandada nueve meses a prisión por un juez, mientras que a su hijo el que decían que había raptado lo enviaron a un albergue.

Esta madre, al final, permaneció encerrada en la cárcel una semana y fue liberada el último martes porque la prueba de ADN que le hicieron arrojó que es la madre biológica del pequeño. ¿Cómo es que un juez puede alegremente mandar presa a una persona sin las suficientes pruebas? Un error así lo puede cometer cualquier persona sin preparación jurídica, pero no un juez, que se supone es un experto en leyes porque ha estudiado varios años. El abogado penalista Mario Amoretti, hasta hace poco decano del Colegio de Abogados de Lima, sostuvo que errores como este son comunes en nuestro país, pues ‘los jueces decretan una prisión preventiva para recién comenzar a investigar, cuando la ciencia procesal moderna señala que primero se investiga y después se detiene’.

El letrado añade que ‘en el Código Penal se señala que una detención arbitraria incurre en una responsabilidad penal’, por lo que el juez y el fiscal que acusó a Delia Flores podrían ser condenados hasta con cuatro años de cárcel. Otra pregunta que cae de madura es ¿dónde estudian nuestros jueces? Cada vez más son los magistrados y abogados peruanos que muestran un nivel profesional paupérrimo, lo que es una prueba irrefutable de la grave crisis de las universidades, muchas de nombres chistosos que más llaman a la risa. Un magistrado conocedor y respetuoso de las leyes no hubiera encarcelado a Delia Flores sin pruebas. Menos aún, separándola de su bebé, al que mandaron durante días a un albergue. Lo mismo pasa con los médicos.

Muchos están saliendo titulados de universidades que no tienen ningún nivel y cuyo único objetivo es tener la mayor cantidad de alumnos para cobrarles las mensualidades, no importa que sean torpes que no saben ni sumar bien. No todos pueden ir a la universidad. Solo deberían hacerlo los mejores estudiantes, no cualquier burro. Muchas de estas casas de estudios tienen secretarias que salen a la vereda a agarrar del brazo a cualquier muchacho que pasa por la calle y meterlo a la oficina para ofrecerle estudiar cualquier carrera, incluida medicina, por un módico precio. Ojalá esta terrible situación comience a cambiar con la nueva Ley Universitaria que impulsó el congresista Daniel Mora”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por , , y puedes suscribirte a nuestro newsletter.

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC