Este Búho no deja de sorprenderse. Fui hincha número uno del grupo Queen desde niño. La banda inglesa me alucinaba con ese rock poderoso y, a la vez, sinfónico de sus primeros discos. Sobre todo la potente, a la vez enternecedora y aguda voz de su intérprete Freddie Mercury . Y también los coros de esos himnos imperecederos, que nunca dejarán de emocionarnos. Freddie Mercury , creador y líder indiscutible de la banda, murió a los 45 años, un 24 de noviembre de 1991.
Ayer Freddie Mercury hubiera cumplido setenta años y como regalo de cumpleaños en ausencia, su amigo y guitarrista de la banda, el gran Brian May, anunció que un asteroide que gira alrededor de Júpiter ha sido bautizado con el nombre del recordado cantante. Brian no estaba loco, pues es doctor en Astrofísica del Imperial College de Londres.
A este columnista le parece inevitable comparar las trayectorias musicales de dos personajes de la música mundial, cuyas muertes hicieron llorar a millones de fanáticos: Mercury y Juan Gabriel.
Pero a pesar que eran dos caras de una misma moneda, tuvieron algunas notorias diferencias. Y la principal, la decisión que tomaron sobre el destino de sus restos una vez que no estuvieran en este mundo. Freddie Mercury falleció de una bronconeumonía derivada de sus bajas defensas, porque era portador del virus del Sida. Juan Gabriel murió sorpresivamente de un infarto al corazón fulminante, producto de varios males y una exagerada carga laboral, según su médico Daniel Aquino.
Pero mientras el ‘Divo de Juárez’ dejó todo ordenadito para que le rindan los honores correspondientes a su condición de ídolo del pueblo mexicano hasta dispuso que lo cremen y sus cenizas reposen en su entrañable casa de Ciudad Juárez, el líder de Queen ordenó a sus hermanas porque al igual que Juan Gabriel, nunca se casó, que jamás revelen dónde reposan sus cenizas. Hasta hoy el lugar donde se guarda la urna del autor de ‘We are the champions’ es el secreto mejor guardado de Inglaterra. Pese a que eran millonarios, ambos no eran felices.
Freddie Mercury ocultaba su inclinación sexual. Pero un exmánager traidor, Paul Prenter, por miles de dólares contó al diario ‘The Sun’ la vida secreta del cantante. ‘En los nueve años que trabajamos juntos, nunca le conocí una mujer. Dos amantes suyos, el mensajero del grupo Tony Bastin y John Murphy, acaban de morir de Sida’. Mercury también estaba enfermo, pero nunca quiso reconocer su mal. Sus compañeros de la banda le aconsejaron que hiciera público que era portador del virus, como el actor Rock Hudson, para organizar una gran cruzada contra el mal, pero se negó.
Por eso, muchos piensan que Freddie Mercury no escribió ni dictó el comunicado que leyó el mánager del grupo, Jim Beach, donde el músico reconocía lo que padecía: ‘ha llegado la hora de que mis seguidores sepan la verdad y espero que todos se unan a mí y a mis médicos para combatir esta terrible enfermedad’. Murió 48 horas después, pero fuentes médicas aseguran que Freddie entró en coma varios días antes del anuncio de su fallecimiento.
Juan Gabriel, poseedor de una cuantiosa fortuna, tuvo una familia disfuncional y peleada por el dinero, además estuvo siempre acosado por supuestos amantes. Nunca pudo establecer una relación sentimental pública y tuvo que adoptar niños y hasta pedirle a una amiga que le dé un hijo propio por inseminación artificial. Pero ambos, en algo, son como dos gotas de agua: brindaron su extraordinario talento para hacer felices a millones de seguidores, al punto que se han convertido, literalmente en el caso del inglés, en estrellas del firmamento. Apago el televisor.
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